viernes, 3 de mayo de 2013

LOS EJERCITOS DEL REY EN QUITO Y NUEVA GRANADA 1812-1822



LOS EJERCITOS DEL REY EN QUITO Y NUEVA GRANADA
1813-1822

DISCURSO DE INCORPORACIÓN A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE

Dr. Juan Francisco Gabriel Morales Suárez































LOS EJERCITOS DEL REY EN QUITO Y NUEVA GRANADA 1813-1822

DISCURSO DE INCORPORACIÓN A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE

Dr. Juan Francisco Gabriel Morales Suárez

I.                   EXORDIO

Presento a mi nombre y el de mi familia, un agradecimiento a Dios, que nos ha permitido alcanzar las imponderables posiciones con que nos ha bendecido estos años. Sin su protección divina nada seríamos. Presentamos nuestro agradecimiento muy especial a la Academia Nacional de Historia, a su Directorio e individuos de Número, por el alto honor que nos confieren.

En nuestra niñez, es decir, en la de todos quienes somos testigos y actores de la post modernidad y en la de las generaciones pasadas, en casi todo el Ecuador, se nos hacía estudiar con ahínco la epopeya de la Liberación Hispanoamericana, en dicho ejercicio, generaciones enteras supimos los acontecimientos acaecidos en aquel período, el más importante de la civilización americana.

En ciertos núcleos sociales y familiares, más que en otros, le reedición constante de las epopeyas emancipadoras en tertulias inacabables, era práctica común. Mis tíos maternos, mi padre y mi madre, los célebres profesores de nuestra Escuela Pensionado Pedro Pablo Borja No. 2, y mi hermano, embajador Alfonso Morales Suárez, nos hicieron honrar al máximo las figuras Procerosas de Bolívar, Sucre, Espejo, Mejía, Morales y los Montúfar. De nuestra parte cultivamos afecto muy especial por los pueblos originarios y la magna y cimera figura universal de Atahualpa Inca-Shiry.

Especial capítulo en esas charlas, era el 24 de mayo de 1822 y su contexto global. Sabíamos que Sucre, encabezando el ejército Patriota, derrotó a los españoles aquella memorable fecha. Con cierta morigeración se nos habló de la integración del bando liberador. Más, nunca se nos ha explicado a excepción de unos cuantos jefes militares, quiénes fueron sus rivales y opositores y por ende, refractarios a la Libertad Americana. Hace unos días mi noble presentador, en un acto público reafirmó que la historia debe expresar inexcusablemente la verdad y es en efecto, nuestro objetivo central, por ello, afirmamos que de la investigación exhaustiva y honrada se produce la verdad.

La militancia en el realismo, implica a nuestro modo de ver, una convicción ciega de hispanidad, una actitud de rendimiento consentido o una expresión cierta del distinto grado civilizatorio en gran parte de las localidades -quizá no en todas- que persistieron en permanecer en una etapa de servidumbre, la Colonia, a pretexto de conservar privilegios o ventajas económicas. Afirmamos que esa actitud, que pasa de un extremo a otro pocos años después, con la posición contraria, tuvo como resultado la continuación o mantenimiento de la servidumbre y la inopia, pues hoy persiste en enormes capas de la población, que desciende precisamente de la que sirvió como soldados casi hasta el final al Rey, o mejor dicho, a las élites locales que buscaban proteger el derecho de conquista con la perpetuación del Statu Quo. Si bien en las Guerras de la Independencia hubo en todo tiempo hechos cruentos que desdicen de la naturaleza humana, en uno y otro bando, todos ellos iniciaron con el genocidio del 2 de agosto, fecha luctuosa para la humanidad toda, que justificó la guerra a muerte proclamada luego por Bolívar. En los documentos que aquí reproducimos, hallamos a los mismos protagonistas de tal magnicidio, en campaña permanente contra los pueblos que apoyaron la causa de la libertad.

Miremos lo que antes de ese tiempo, escribía premonitoriamente en Guayaquil en enero de 1803, Alexander von Humboldt: “Para un hombre sensible, las colonias europeas no pueden ser agradables para fijar allí su morada… ¿De dónde viene esta falta de moralidad, de dónde vienen esos sufrimientos, este malestar en el cual todo hombre sensible se halla en las colonias europeas?  Es que la idea misma de la colonia es una idea inmoral….”[1] Es decir, Humboldt, apoyaba la libertad, íntegramente.
II.                DESARROLLO

Pasemos pues a analizar y a descubrir de modo conjunto, quienes sostenían la idea del mantenimiento de la colonia, develando la identidad y procedencia de los ejércitos realistas que si bien en varios países han sido identificados y diversos autores han señalado de modo ligero, recién esta historia oculta se empieza a develar.

Tres publicaciones hablan en efecto, de manera directa sobre el tema militar y realizan el señalamiento de los Ejércitos realistas en territorio de Quito, es decir el que comprendía Cali, Popayán y Pasto hasta Maynas: primero el libro denominado ciertamente, “Los Ejércitos del Rey”, publicado en Colombia[2], en cuyas páginas se reproduce  la documentación de los Jefes Militares realistas, entre ellos el del Brigadier y luego Virrey, Juan Sámano, luego nuestro modesto trabajo: “Las Guerras Libertarias de Quito, los Próceres olvidados de la Independencia”, y recientemente el valioso libro: “La Configuración Militar en la gesta Quiteña 1809-1812”[3].        

Este ejército realista que atacó a la Junta Soberana de Quito en 1809, a su pueblo en 1810, a los patriotas de Riobamba, Ambato, Latacunga, Quito e Ibarra en 1812, es el mismo que, prosiguiendo hacia el norte entre 1813 y 1816, ataca Tulcán, Ipiales, Popayán, Cali, Armenia, Buga, Ibagué, unidos a las tropas y milicias de la ciudad de Pasto, obteniendo resultados divididos, pero venciendo temporalmente, en su enorme periplo desde Lima y otros puntos de nuestra geografía, en un viaje sin precedentes -en su guerra de reconquista- a la ciudad de Bogotá, enfrentando a los ejércitos republicanos en todo ese período, es decir hasta 1819. Parte de este ejército, pues un número importante de sus legiones fue destruido en Boyacá, enfrentó a Bolívar en Bomboná y otra parte a Sucre en Pichincha en 1822, con los mismos integrantes en cuanto a jefes, oficiales y tropa, con las variaciones que implicaba la pérdida de vida de sus soldados.

Para poder descubrir con claridad la composición de los ejércitos realistas, debemos seguir el rastro de los integrantes de las diferentes compañías y batallones, a través de los 13 años que duró la lucha emancipatoria, con ejemplos objetivos de algunos de ellos, tales como oficiales superiores, oficiales inferiores y tropa. Centremos nuestra atención entonces en la búsqueda e identificación de los miembros del ejército del Rey. En los Archivos Nacional de Historia y de la Función Legislativa, existen innúmeros expedientes y fondos documentales de los Ejércitos realistas desde los años 1811 hasta 1821, es decir, hasta vísperas de la batalla del Pichincha. Toda esa documentación de oro tiene un rígido hilo conductor, cual es, el origen regional o nacional de los soldados realistas, su leva y reclutamiento, que apuntan a entender que España formaba sus ejércitos de las comunidades, ciudades y pueblos fieles a la corona, pues no podían correr el riesgo de reclutar militares que, originarios de poblaciones liberales e independentistas, diesen las espaldas en los graves períodos de las guerras. Por ello, declaramos como veremos en las diapositivas, única forma de comprobar la verdad, que los ejércitos realistas que actuaron en el territorio de la República del Ecuador, es decir, el Estado de Quito  y todo el sur y centro de Colombia, la Nueva Granada, se originaron de cuatro regiones específicas y determinadas.

III.             DOCUMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN

Nuestra investigación ha conseguido los siguientes documentos irrefragables que mencionamos en orden cronológico de acuerdo a su antigüedad:
1.    Partes Militares suscritos por los oficiales del Ejército del Rey, Mariscal Aymerich, Brigadier Juan Sámano, Crnel. Ignacio Asín y capitán Juan Benítez y Carrión todos del año de 1812, que hemos publicado en el libro que queda señalado y que contienen información de primera mano de los Ejércitos realistas, actuando en el Ecuador entre 1810 y 1813. Son 527 expedientes existentes en el Archivo Histórico de la Asamblea Nacional en 10 cajas y más de 1000 documentos, relativos a los Ejércitos y autoridades realistas en Quito desde 1810 hasta 1822.[4]
2.    Hoja de vida y expediente militar del sargento graduado del Regimiento de Infantería Real de Lima, Don José de la Vega, del año 1812. Demuestra que se halla en el ejército realista y en territorio quiteño desde 1809, con nombres de superiores, jefes, compañeros y subalternos, noticias de su actividad en contra de los revolucionarios e insurgentes quiteños, en 42 folios, tomado del Archivo Histórico de la Asamblea Nacional. [5]
3.    Parte de guerra de 1 de agosto de 1812 de Juan de Sámano dirigido al Gral. Toribio Montes, mediante el cual informa que los enemigos se han retirado de Guaranda a Riobamba y consulta si debe atacar solo o esperarle para efectuar el ataque con ambas tropas luego de reunirse en Carpi. Comunica que cuenta con 700 hombres de las tropas de Lima, Guayaquil y Cuenca.[6]
4.    Revista de Comisario del Regimiento de Infantería Real de Lima, más varias listas de los enfermos y raciones alimenticias entregadas al ejército, firmados en Latacunga por el Gral. Melchor Aymerich y el Tnte. Agustín Galup, el mes de octubre de 1812. Figuran muchos de los Futuros líderes de las campañas realistas en Nueva Granada, en 6 folios. Archivo Nacional de Historia.[7]
5.    Escala de sueldos de oficiales de Caballería de Cuenca, Guayaquil y Lima, firmado por el Cap. Manuel Tello en la ciudad de Ambato el 12 de septiembre de 1812, en 1 folio. Figuran varios de los oficiales realistas que lucharon en Quito y Nueva Granada hasta 1822.[8]
6.    Relación de Dinero que se saca de las Cajas Reales a buena cuenta para socorrer a los Dragones de Guayaquil, en 1 foja, suscrito en la ciudad de Quito el 12 de noviembre de 1812, 5 días después de haber tomado la ciudad. Contiene la nómina de los soldados.[9]
7.    Hoja de Vida y expediente militar del sargento 1º. del Escuadrón de Dragones de Babahoyo, Isidro Infante, va desde agosto de 1813 y llega hasta junio de 1816. Contiene la historia de su actividad militar, nombres de jefes y oficiales con los que trabajó. 14 folios.[10]
8.    Relación de los Presos de la 2ª. División del Ejército Real con indicación de nombres, destinos, motivos del arresto y por orden de quién, de las compañías: a) 2ª. del Real de Lima; b) de la de Baba; c) de la de Pardos de Guayaquil; y, d) Numerarios de Baba. 1 foja.[11] 
9.        Relación de los presos de la 3ra. División del Ejército Real, con indicación de sus delitos, destinos y estado en que se hallan sus causas, firmado en Quito por Mariano Jurado el 28 de mayo de 1813. Contiene los nombres de los soldados sancionados por indisciplina o comisión de delitos, de los batallones: a) Real de Lima; b) Granaderos de Guayaquil; c) Milicias de Guayaquil; d) 5ta. y e) 6ta. Compañías de Cuenca; y, f) compañía de Pardos (no se indica si de Lima o Guayaquil) en 2 fojas.[12]
10.    Extraordinaria nómina del “Ejército Real Reconquistador de las Provincias de Quito”, suscrito en Quito, el 30 de mayo de 1813, por el Presidente Gral. Toribio Montes. Contiene la lista de oficiales y soldados destacados en las guerras contra Quito. Es el documento matriz para el conocimiento de los Ejércitos del Rey en Quito y Nueva Granada. Se halla en el Archivo Histórico de la Asamblea Nacional. Publicado en 7 fojas en el trabajo de nuestra referencia. Lo analizamos y detallamos más adelante.[13]
11.    Juicio Penal seguido contra el soldado Toribio Pérez, de la 3ra. Compañía del 3er. Batallón del Regimiento de Infantería Real de Lima, por asesinato del paisano Manuel de la Bastida. Va desde 1813 hasta 1815, en 95 fojas. Contiene gran cantidad de nombres de los oficiales realistas, empezando por Montes, Sámano y Aymerich. Archivo Nacional.[14]
12.    Lista de los oficiales de las Milicias de la Ciudad de Pasto “que siguieron en la Expedición contra Popayán”, suscrito por el Dr. Tomás de Santa Cruz el 28 de junio de 1813 en Pasto. 1 foja.[15]
13.    Listas completas para Revista de Comisario de los ejércitos de Pasto, en los pueblos y ciudades de Mercaderes, Cali y Popayán los meses de junio y julio de 1813. Contiene la nómina de los principales líderes de Pasto y las tropas de las 3ra., 4ta y 5ta. Cías. del Batallón de Pasto; de la de infantería; y de la 1ra. y 2da. de caballería, con 400 soldados, que junto al resto del Ejército Real, atacaron Cali en junio de 1813, al mando de Juan de Sámano. Uno de los 8 documentos señala: “Compañía 2da. de Milicias del Cargo del Capitán de Ejército don Joaquín Dávalos. Pie de lista de los individuos que en esta se contienen para Revista de Comisario en el mes de la fecha”. Este documento es excepcional, pues en él aparece por vez primera de la documentación que reposa en el Archivo Nacional, el nombre del famoso caudillo Agustín Agualongo, en ese momento como parte de la tropa con grado de sargento. La lista anotada, es extensa y se halla firmada por el Cap. Joaquín Dávalos en Popayán el 17 de julio de 1813.[16]
14.    Expediente presentado por el granadero cuencano Tomás Arévalo, en Quito, en enero de 1814, quien por hallarse inválido, solicita al Gral. Montes anuencia para regresar a Cuenca, pues necesita “la respectiva licencia para que regrese del modo posible a mi tierra” “para que no perezca, no solo yo sino mi mujer, tanto con las necesidades y miseria en que nos hallamos”, cuanto “por hallarnos en País enemigo, de lo que proviene que no tenemos quien nos contribuya ni con una limosna por la aversión que nos profesan sus habitadores..”. Son 8 folios del Archivo Nacional.[17]
15.    Nómina de los soldados del Ejército Real en el sector de Calibío en enero de 1814, seguramente horas antes del ataque perpetrado por el Gral. Nariño, en el cual derrotó ampliamente a los Ejércitos del Rey. Contiene los nombres de los soldados destacados en ese punto del a) Real de Lima, b) del batallón de españoles de Lima, c) de las Milicias de Guayaquil; y, d) de los Dragones de Guayaquil. 2 fojas.[18] Aparece como Subteniente el cadete, Don Pedro Tola, que luchó en el ejército realista hasta el 24 de mayo de 1822. 
16.    Lista de Distribución de cuatrocientos pesos entregados por el Gral. Sámano al Tcrnel. José Ureta para repartir en las unidades apostadas en la ciudad de Pasto el 23 de mayo de 1814. Parece tratarse de un premio por la victoria en contra del Gral. Antonio Nariño, ocurrida pocos días antes el 11. Contiene el nombre de los jefes militares y soldados de estos cuerpos del Ejército del Rey: a) Regimiento de Infantería de Lima; b) de la Cía. De Número de Lima; c) de la Cazadores de Pardos de Lima; d) del Cuerpo de Artillería, e) de la Cía. de Cazadores de Guayaquil; f) de la Cía. de Milicias de Guayaquil; g) de los soldados que vinieron de Yacuanquer; h) de las compañías de Cuenca; i) de otro cuerpo no identificado; y, j) de la División de Cuenca. 8 fojas.[19]
17.     Solicitudes del Cabo 1º. de Infantería de Milicias de Cuenca, Justo Mora, del año 1814 y de 19 de enero de 1815, pidiendo licencia de 6 meses para ir a Cuenca, para ver a su padre mujer e hijos (que no  los ha visto 3 años). Las peticiones fueron negadas en un inicio por el Presidente Montes “por la necesidad de atender la restauración de Popayán”. Esto nos demuestra que los soldados del Ejército Real, estuvieron en campaña permanente e indefinida, concentrados en los puntos de comando sin salir a ninguna parte. Son 5 folios. Archivo Nacional. Su pasaporte contiene la firma del señor Martín Santiago de Icaza.[20] Se le concedió la licencia el 10 de febrero de 1815.
18.     Solicitud del soldado Tomás Vera de la tercera División de los Pardos de Guayaquil, quien pide ser trasladado a un lugar más cálido como Otavalo.  Le fue concedido. 4 fojas, 2 de septiembre de 1814.[21]
19.    Revista de Comisario de una de las Compañías de Pasto, de 1ro. de octubre de 1814, firmada por el terrible Francisco Delgado[22] y sumillada por el Crnel. Aparicio Vidaurrázaga,[23] nombrado comandante del ejército realista en Pasto y Popayán por el Presidente de Quito, Toribio Montes.[24] 3 fojas.[25]
20.     Juicio Penal seguido de oficio por el Corregidor de Latacunga contra el Tnte. de Milicias Don José Masías (Yirapegui), por mal manejo de recursos en la conducción de prisioneros de Santa Fé de Bogotá[26]. 36 folios que datan desde el 19 de diciembre de 1814. Este oficial de la Provincia de Guayaquil fue nombrado Ayudante por título del Virrey (seguramente Sámano), según nos indica el Ec. Guillermo Arosemena y su hoja de vida hasta 1819, fue publicada por el mismo historiador en el sitio electrónico “Desde Mi Trinchera”[27], mediante el cual demuestra que Guayaquil sí tuvo ejércitos en el pasado, sin percatarse empero, que a través de esa hoja de vida, se conoce la militancia de Masías y más oficiales y soldados guayaquileños en el ejército realista hasta el desenlace de la Independencia, aunque el señor Ec. Arosemena realiza -con toda su atribución- la conjetura que “una parte de estas milicias debieron pasar a órdenes del Gobierno de Guayaquil, después de su Independencia…”.[28] Montes solicitó su ascenso a Capitán de Milicias en el Ejército Real Reconquistador de Quito en 1813.
21.    Proceso Penal seguido contra los soldados Mariano Muñoz del Real de Lima; Vicente Requejo, Granadero de las Milicias de Guayaquil y Simón Erraes de la 8va. Cía del Batallón de Cuenca, por robo efectuado el 16 de marzo de 1815 al ciudadano español Don Clemente Puche, vecino de Guayaquil[29]. En el proceso aparecen las identificaciones y lugar de nacimiento, los nombres de los oficiales instructores y el año desde que pertenecen al ejército. En este proceso, se descubre por vez primera, que los soldados del Real de Lima, provenían de varios lugares del Perú y del actual Ecuador.[30]  En el juicio aparece el señor José Cornejo y Avilés como defensor de oficio, siendo capitán graduado del Real Ejército y Ayudante Mayor del Batallón de Infantería de Pardos de la Plaza de Guayaquil.[31]
22.     Extraordinario documento que contiene la nómina general completa del Ejército realista en la ciudad de Pasto el 10 de enero de 1815, en 38 fojas. Se hallan los nombres de los jefes, oficiales y tropa del Ejército Real. Se trata de la Revista de Comisario de: a) la Plana Mayor de dicho ejército; b) del Real Cuerpo de Artillería; c) del Regimiento de Infantería del Real de Lima, 1ra., 2da.y 3ra. Divisiones; d) de la Compañía de Milicias Disciplinadas del número de Españoles de Lima, integradas por: d.1) Granaderos de Guayaquil; d.2) Compañía de Baba; y, d.3) Milicias de Guayaquil, que conforman el grueso del batallón limeño; e) de la Cía. de Cazadores de Lima; f) de la 2da. Compañía de Cazadores de Guayaquil; g) de la Cía. de Dragones de Lima; h) del Batallón de Milicias Disciplinadas de Cuenca, 1ra., 3ra, y 5ª; i) Compañía de Dragones de Cuenca; y, finalmente, j) de la compañía de Milicias Disciplinadas de la ciudad de Loja. Este ejército fue totalmente derrotado por el Crnel. Carlos Montúfar y Larrea, el 5 de julio de ese año, en Popayán, como se anota en el pie de página número 24. Vidaurrázaga fue destituido y Sámano nuevamente nombrado, efectuó el desquite al año siguiente, en la Cuchilla de Tambo.[32]
23.    Revista de Comisario de la Novena Compañía de Dragones de Cuenca, bajo el mando del personaje más aborrecido en la Provincia del Carchi y en el sur de Nariño, el capitán Juan Benítez, 2 fojas suscritas en Ipiales el 11 de junio de 1815.[33]
24.    Causa Criminal seguida contra los guerrilleros carchenses e ipialeños que asaltaron al Brigadier Juan Sámano en 1814. Contiene la sumaria instruida por el Jefe Militar de la Provincia de los Pastos, el citado Juan Benítez, inicia en Túquerres y concluye en Tulcán el 8 de octubre de 1815 en 12 fojas.[34]
25.     Expediente promovido por el Teniente graduado del Escuadrón de los Dragones de Guayaquil don Rafael Ramos, solicitando se lo coloque en el Regimiento Veterano de Lima, 4 de abril de 1816. Es un muy importante expediente que contiene la hoja de vida y méritos del oficial realista, además del nombre de innúmeros jefes y compañeros de armas del Ejército del Rey. Se descubre que participó bajo las órdenes de Montes desde 1812 como veremos más adelante, en 20 fojas.[35]
26.    Espectacular documento del “Ejército Real Pacificador de Quito” que contiene la “Relación por nombres y apellidos y cuerpos correspondientes de los individuos que han ingresado en este Ejército, procedentes de la ciudad de Popayán después de la acción del Tambo, y noticia que se ha podido adquirir del Pasaje en donde dejaron el Armamento, los que se han presentado sin él, según sus exposiciones”. El documento de 3 folios suscrito por Agustín Galup el 16 de octubre de 1816, nos permite conocer que la batalla sanguinaria de la Cuchilla del Tambo en la que Sámano derrotó a Montúfar, Cabal y otros y abrió la puerta de Bogotá, fue tan cruenta que incluso muchos de los ganadores, desertaron o huyeron, siendo reincorporados en el ejército de ocupación que permanecía en Quito. Muchos de estos participaron en las batallas contra el ejército quiteño en 1812. Los desertores de dicha Batalla, provienen de 6 compañías de Cuenca, 2 de Lima y 2 de Guayaquil.[36]
27.     Documento del Ejército Real sobre el “Estado que manifiesta la fuerza total de la División que viene a mi cargo”, suscrita por el Capitán cuencano Bartolomé Serrano el 1 de octubre de 1816, en una foja. Es indudable que al igual que los anteriores, provenían de Popayán, luego de la batalla de la Cuchilla del Tambo, por cuanto las huestes que se anotan, pertenecen a las compañías señaladas en el No. 22 de esta lista, es decir del Ejército Realista en Pasto en 1815. Los militares provienen de las Compañías a) Españoles de Lima, b) 1ª., c) 3ª., y d) 5ª. de Cuenca; e) Cazadores; y, f) Dragones de Cuenca, con 123 soldados.[37]
28.     Solicitud del Dr. Baltazar Nieto Polo (del Águila), de Licencia especial para pasar a incorporarse en el Ejército de Operaciones del Alto Perú, que le fue concedida el 25 de octubre de 1816. 4 fojas. Veremos adelante la biografía de este señor.[38]
29.     Solicitud elevada al Presidente Montes por parte de Don Ventura Llaguno para que se requiera al Cap. Manuel Muñoz, el pago de una deuda. Apreciamos en ese documento de noviembre de 1816, que muchos de los militares realistas, que se hallaban en Quito, fueron destinados a Bogotá a incorporarse en el ejército de Sámano, quien ya se hallaba en dicha capital, en 4 fojas.[39]
30.     Relación de las tropas que se hallan en los destacamentos de Tulcán, Tusa y El Ángel, encabezados por el terrible Juan Benítez quien firma la lista en la ciudad de Tulcán el 17 de marzo de 1817, en una hoja.[40]
31.    Relación de los individuos del Ejército Real Pacificador de Quito que se hallan presos por diversas infracciones, fechada en Quito el 23 de mayo de 1817. Documento de 2 páginas en que aparecen muchos de los soldados que constan en las listas de los años anteriores. Los presos se hallan identificados por su divisa, así: a) Artilleros; b) Granaderos de Cuenca; c) 1ª., 2ª. 3ª. y 4ª. Compañías de Cuenca; d) del Real de Lima; e) Granaderos de Guayaquil; f) Milicias de Guayaquil; y, g) Pardos de Lima. Muchas infracciones son delitos graves como homicidio, deserción y robo reiterado en la ciudad de Quito.[41]
32.    Lista igual a la anterior, de la semana del 29 de mayo de 1817, con las mismas compañías militares.[42]
33.    Querella civil y penal seguida por los señores Don José Landázuri y Erazo y Don Manuel Landázuri Ruiz de Cabrera, su hijo, por los atropellos a los que fueron sometidos por el conocido Capitán Juan Benítez, quien vejó a la esposa de don Manuel y a éste lo agredió y lo apresó, acusándolos de insurgentes. Se halla fechada en Tulcán desde el 19 de marzo de 1819.[43]
34.    Solicitud del soldado cuencano Manuel Idrovo, quien desde la ciudad de Pasto solicita licencia para regresar a atenderse en Quito, por padecer de un tumor en la boca del estómago desde hace 5 años. Los documentos van desde 1819 hasta el 14 de julio de 1820. La licencia le fue concedida. Se informa que pertenecía al ejército realista hacía 13 años. 6 fojas.[44]  
35.    Invalorable Lista del Batallón de Dragones de la Reina Isabel, encabezados por ya muy conocido Coronel don Juan Benítez y Carrión, firmada en Quito el 12 de marzo de 1821, es decir, prácticamente en vísperas de la Batalla de Pichincha. Este extraordinario documento, contiene nombre de militares de Guayaquil y Cuenca que desde 1809 y 1810, en su orden, han actuado ininterrumpidamente en el Real servicio. Este batallón aparece como uno de los que participó en el ejército realista en la Batalla del Pichincha, en todo libro especializado sobre el tema, en 5 fojas.[45]
Luego de la enumeración y breve descripción de esta documentación de oro a modo de resumen, señalaremos que vencido el ínclito Carlos Montúfar Larrea en Ibarra el 1 de diciembre de 1812, pocos restos de sus tropas se replegaron por la selva occidental hacia Tumaco para llegar a Cali, ciudad dentro del Estado de Quito, la más leal entre las importantes y hacia Tulcán, población  junto a las demás pequeñas del territorio sur de la Provincia de los Pastos, hoy Provincia del Carchi, incondicionalmente leal a Quito, pero con una grave vecindad para ese tiempo, con la ciudad de Pasto, que había sacudido al gobierno independentista establecido mediante acuerdo entre Popayán y Quito en septiembre de 1811 y había roto la comunicación entre Bogotá y Quito, estableciendo nuevamente desde mayo de 1812, un enclave territorial bajo régimen realista, que se amplió en los primeros días de diciembre con la llegada de Sámano, quien avanzó desde Tulcán hasta Ibagué desde enero de 1813, para amenazar a Bogotá hasta julio de ese año, en que retrocedió, primero a Popayán por el asedio de guerrillas y luego a Pasto, por el ataque de las tropas libertadores del general Antonio Nariño, que partieron desde la capital de Cundinamarca a mediados del mismo 1813. Miremos el cambiante estado de las cosas entre el tiempo de victoria y el de derrota de los ejércitos independentistas. Las tropas realistas, como vemos, se hallaban organizadas en batallones y milicias según su lugar de procedencia o casta, siendo así que existían unidades de blancos, de afrodescendientes, como los batallones de Pardos de varias regiones de Sudamérica y de morenos (esclavos o libertos), de mestizos e indígenas organizados según sus pueblos de origen como los distintos escuadrones de caballería miliciana. Sin embargo la necesidad de cubrir las bajas y refundir en una sola distintas unidades, hacían que la evolución de muchos de los cuerpos realistas de línea terminasen como una amalgama de castas, clara expresión de la realidad social latinoamericana. Eso ocurrió desde mediados de la década de 1810 a 1820, pero también en un inicio de las Guerras independentistas, se confundieron intencionalmente las diversas procedencias regionales cuanto no las étnicas, en algunas de las escuadras y compañías, por disposición de los jefes realistas, pocos de ellos españoles.

Miremos los oficios dirigidos al gobierno de Santa Fé[46] el 31 de julio y el 15 de agosto de 1813.

“…Dirijo a vuestra señoría el adjunto pliego que ha llegado a mis manos del presidente de Quito, a quien sin duda, por ignorar que se halla vuestra señoría a la cabeza de ese Estado de Cundinamarca, le ha parecido debe entenderse con los señores que denomina del gobierno y junta de Santafé. Dios guarde a vuestra señoría muchos años. Cartago, 15 de agosto de 1813. Juan de Sámano.
-El pliego del que habla el oficio anterior trae este sobre escrito:

“A los señores del gobierno y junta de la ciudad de Santafé. Del presidente y Capitán General de Quito”.

-Dentro de este pliego que también abrieron los secretarios, se encontraron un oficio de Don Toribo Montes, su fecha en Quito, a 31 de julio último, en que intima la rendición de este Estado, una carta confidencial del mismo al señor Nariño, que igualmente abrieron y leyeron los secretarios, y algunos otros papeles, todo lo cual después verá el público, como también las contestaciones que a Montes ha dado este gobierno…”[47]

En este estado de cosas, Antonio Nariño, salió de Bogotá el 23 de septiembre de 1813 en la llamada “Campaña del Sur” con el denominado “Ejército libertador de Popayán y Quito”. El 25 de octubre llegó a la ciudad de La Plata donde se concentraron las tropas independentistas de la Nueva Granada y se organizaron los batallones, se disciplinaron las tropas y se acopiaron animales y víveres, para atacar a los Ejércitos del Rey, que originándose en el Virreinato de Lima, habían avanzado batiendo a los del Estado libre de Quito hasta Ibagué, dominado todo el Valle del Cauca y sus innúmeras poblaciones y ciudades.

Antes de salir a Popayán a donde había retrocedido Sámano por la guerra de guerrillas que le hacían los patriotas de Cali, Nariño, le envió una comunicación, proponiendo una entrevista y medidas de paz. Sámano contestó que elegía la guerra.

El 22 de diciembre de 1813, marchó el ejército libertador compuesto de 1.200 hombres con dirección a enfrentar a los ejércitos del Rey, venidos del sur. El 20 de ese mes se enfrentaron por vez primera en el Alto Palacé, habiendo triunfado Nariño y persiguiendo hasta el puente del Cauca a las tropas realistas que se hallaban bajo el mando del Gral. Ignacio Asín que partió desde Guayaquil junto a Montes y Sámano en 1811. Asín retrocedió más y se reunió con Sámano entre el 8 y 9 de enero y unido todo el Ejército del Rey fue atacado en Calibío, por Antonio Nariño el 15 de enero de 1814, triunfado íntegramente los patriotas.

“Tengo la satisfacción de anunciar a vuestra excelencia y ese pueblo, que el encuentro con las tropas enemigas la mando del brigadier Sámano y su segundo don Ignacio Asín, se ha dado a nuestro favor. El 13 por la noche llegaron a mi campamento de Palacé las tropas del mando del coronel Rodríguez, en número de 348 hombres, con sólo 220 fusiles… Ayer 15 al amanecer nos pusimos en movimiento para atacar al enemigo que se hallaba en la hacienda de Calibío… Como a las doce del día nos avistamos con el enemigo que en número de 1200 fusileros y gran número de caballería, se hallaba ya formado en batalla con siete piezas de muy buena artillería…A la una y cuarto del día se rompió el fuego de artillería por el enemigo, como a 700 varas de distancia, con el mayor acierto, en términos que en sólo el espacio de 200 varas cuadradas en que estaba ordenando mi división , nos cayeron 11 balas de cañón, que recogimos. …nuestros granaderos, con las otras dos compañías de nacionales, desde que se vieron a tiro de fusil, volaron a paso de ataque y los siguieron los demás, en medio de un vivísimo fuego, hasta ponerlos en una completa derrota…

(f) Antonio Nariño.[48]

Sámano se retiró a Pasto en donde fue mal recibido por la población puesto que colocaba a la villa en blanco directo de los ejércitos libertadores de Nariño y pidió mediante oficio a Toribio Montes, se lo remplace por otro oficial y en efecto, Montes destituye del comando del Ejército del Rey a Sámano y nombró enseguida a Aymerich, antiguo gobernador militar de Cuenca, quien de la misma forma que el primero, había luchado contra los ejércitos quiteños desde 1810, tal como lo señalan todos los historiadores y nosotros en nuestro libro documental: “Las Guerras Libertarias de Quito”. Luego de este suceso, en que parecía que en pocas semanas Nariño llegaría con su ejército libertador a Quito, las cosas se invierten, pues al atacar Pasto, pierde la batalla frente al ejército del Rey, es tomado prisionero y destruido todo intento de liberar a Quito. Comentamos que Sámano,  junto a su escolta en su tránsito a la ciudad de Quito, fue detenido y apresado por los patriotas carchenses y nariñenses al mando del tulcaneño Don Elías Bolaños, Silvestre Soberón, Recalde y otros. Sin más preámbulos pasemos a determinar quiénes integraron los Ejércitos del Rey.                    
Los doctores Jorge Núñez y Kléber Bravo, señalan sobre el año 1809: “Una vez más Quito se encontraba invadida de tropas foráneas, listas a reprimir cualquiera nueva manifestación de insurgencia. Pero esta vez era más visible la intención de los 752 soldados provenientes de Lima, Popayán, Santa Fe y Guayaquil, que consistía en vapulear con mayor contundencia a una ciudad afamada por su vocación de rebeldía frente al poder colonial.”[49] En las diversas páginas de ese trabajo, así como en el texto: “las Guerras de Quito por su Independencia” del Crnel. Galo Chacón Izurieta, se determinan los nombres de los jefes militares de esas tropas invasoras. No se deja constancia de los soldados, presupuesto que consideramos debe hacerse en un futuro inmediato y de modo obligatorio, para realizar el descubrimiento de la identidad y procedencia de cada uno de los integrantes de esas fuerzas mercenarias. También hacemos especial mención al juicio seguido a modo de “fuente ovejuna”, en este caso, la ciudad de Otavalo, pues con un comportamiento encomiable, más de mil indígenas, algunos afroimbabureños y muchos blancos y mestizos, asaltaron a la retaguardia del ejército del Rey que avanzaba a enfrentar a Montúfar y Calderón en Ibarra y ejecutaron a 12 soldados cuencanos el 24 de noviembre de 1812. Montes luego capturó y fusiló a los principales ejecutores del ataque y enjuició a otros[50].


[1] Moreno Yánez, Segundo E., PUCE, Quito, 2011, págs. 5 y 24.
[2] Fundación para la Conmemoración del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General Francisco de Paula Santander, Bogotá, 1989, Biblioteca de la Presidencia de la República, Administración del Dr. Virgilio Barco, 495 pp.
[3] Núñez Sánchez, Jorge y Bravo, Kléber. “La configuración militar en la gesta quiteña de la Independencia 1809-1812”, Instituto Metropolitano de Patrimonio, Quito, enero, 2012, 493 pp.
[4] Morales, Juan Francisco, “Las Guerras Libertarias de Quito, los Próceres olvidados de la Independencia”, Tulcán, 13 de Noviembre de 2009, págs. 94 a 384.
[5] Archivo Biblioteca Función Legislativa, RAQ, 1812. De la Vega, señala que tuvo que retirarse del punto de Amañán, hasta donde llegaron los ejércitos quiteños y que luego en Azogues rechazó desde el encañonado de Tabacay a dicho ejército. En Atar, en cambio capturó a 31 soldados del ejército quiteño y 125 fusiles. Señala que 1.500 soldados defendieron el pueblo del Cañar en contra de Ejército de Quito. El 25 de julio de 1812, salió en la retaguardia de la segunda expedición contra Quito. Militares y autoridades que certifican en el expediente de De la Vega y breves notas biográficas: Joaquín de Molina (Presidente de la Audiencia y señero testigo e historiador de los hechos de la Independencia americana); José Ma. Vásquez de Noboa (y Concha, chileno. Nacido en Concepción por 1780. Hijo de Ángel Vásquez de Noboa y Rey, nacido en Los Ángeles, Chile, en 1750 y de Josefa Concha de la misma localidad. Se casó en El Sagrario de Cuenca el 7 de mayo de 1790 con la señora Teresa Ramírez Astudillo de esa ciudad; en su partida de matrimonio consta como “Josef María Novoa”); José de Abascal (Virrey del Perú); Antonio Soler (e Hidalgo, nacido en Granada, España. Hijo de los granadinos Antonio Soler y María Hidalgo. Fue tesorero de Cuenca en 1822. Se casó con la señora María Pía Izquierdo del Prado y Rojas, de esa ciudad, hija de Juan Izquierdo del Prado y Matute de Castro y de María Rojas de Castro, expósita, quien se casó en segundas nupcias con el riobambeño Diego Arteaga, quintos abuelos de la Dra. Rosalía Arteaga Serrano, ex Vicepresidenta de la República); José Agustín de Celis; Antonio García; Subtnte. Juan Bautista Heredia; Melchor Aymerich (Figura central de los ejércitos realistas, libró con este mismo ejército, la batalla del Pichincha contra el Mariscal Antonio José de Sucre); Cap. Fernando Barrantes (Peruano, artífice y responsable de la masacre del 2 de Agosto de 1810); Manuel de Arredondo (Jefe y responsable directo del genocidio del 2 de Agosto de 1810); Pedro Liñeiro; Narciso León Fajardo; Tnte. Juan Ignacio Gómez de Arce (Según el investigador Mauricio Alvarado Dávila, los Gómez de Arce son oriundos de Cuenca. Su tronco es el matrimonio del santanderino (español) Juan Francisco Gómez de Villafufre, fallecido en Guaranda, con la dama cuencana Teresa González y Villamil. El apellido Gómez de Arce, es heredado de  su madre, que se llamó María Antonia Ventura Gómez de Arce y Rueda, casada con Jerónimo Gómez de Villafufre y Toranzo, españoles); Subtnte. Jerónimo de Andrade y Calderón (Nació en Cuenca y fue bautizado en la parroquia de San Juan Bautista en Girón el 16 de agosto de 1780. Hijo de Eugenio Andrade de Rada y Maldonado de San Juan y de Ignacia Calderón de la Barca y de la Piedra. Se casó en Cuenca en 1808 con su pariente María Isabel Ochoa de Berna y Andrade Rada); Cap. José Vicente Ruilova (Bautizado en Cuenca el 10 de marzo de 1770 y muerto allí mismo el 12 de agosto de 1816. Hijo de los ciudadanos cuencanos maestre de Campo Mariano José Ruilova Quirós y María Cuesta y Crespo. Se casó el 14 de julio de 1801 con su pariente Ana Jacoba Patiño y Crespo, hija del gallego Bernardo Antonio Patiño Montenegro y de la dama cuencana Felipa Crespo y Neyra. Fue enjuiciado penalmente por traición y el proceso consta en el Archivo de la Asamblea Nacional); Juan García y Velarde; José Riqueti y Bay; N. Rodríguez; Agustín Galup (ver su biografía más adelante); Sargentos: Zenón de San Martín y Landívar (de las familias más antiguas de Cuenca); Nicolás de Ugalde y Urbasos; Ramón Heredia; Miguel Vélez; Miguel Augusto Morales y Ortega; Manuel Espinoza Campoverde (Hijo de Pedro Joaquín Espinosa, casado en El Sagrario de Cuenca el 15 de marzo de 1777 con María Josefa Campoverde); Ignacio Domínguez (y Sánchez, nacido en Cuenca por 1770, hijo de los señores Gonzalo María Benito Domínguez y Estévez del Toral, y Josefa Sánchez, ambos oriundos de la misma ciudad); Cap. Antonio García de Trelles (Nacido en 1771 en Oviedo, España. Se casó en Cuenca con Rosa Josefa Carolina de Veintimilla y Neyra, hija del maestre de Campo Manuel de Veintimilla y Espinosa Alvear y de María Micaela Cipriana de Neyra y Vélez de Guevara. Son el tronco de la más conocida familia García de Cuenca, de las familias Jáuregui de Ambato, Tamariz y Malo de Cuenca entre otras renombradas); Tnte. Vicente Gascón y Peñarroja. Militares que guarnecieron Cuenca en 1812, todos con título de “DON”: José Ruilova (arriba nombrado); Esteban Sevillano; Antonio Padilla; Pedro Liñeiro; Domingo Sevillano; José de la Vega; Ignacio Merchán; Paulino Ordóñez; Ramón Vélez (quien luchó contra Bolívar en Boyacá); Manuel Tirado; Manuel Molina; José Tomás Landívar (José Tomás Estanislao de Landívar y San Andrés, bautizado en Cuenca el 11 de mayo de 1770. Hijo de Gregorio de Landívar y Centeno y de Cecilia de San Andrés. Fue alcalde de Barrio en Cuenca hacia 1812. Casó con doña Manuela de Quevedo y Gómez de Arce); Antonio Larrea (Antonio Ignacio José Larrea Álvarez, bautizado en Riobamba el 17 de febrero de 1783. Huérfano de padre en la cuna, sobrevivió a los 14 años al terremoto de 1797 y, asustado, se radicó en Cuenca, en donde casó por 1803 con Ignacia Arteaga Crespo (hija del capitán de Granaderos Eugenio Arteaga y López de Aguilar, nacido en Alausí por 1760, y de Felipa Crespo y Neyra); Juan Arteaga (Juan Bautista Arteaga y Herrera Campusano (medio hermano de la esposa del anterior), nacido en Cuenca en 1771, y que testó en Cuenca el 22 de febrero de 1825. Hijo de Eugenio de Arteaga y López de Aguilar, natural de Alausí, regidor y alguacil mayor de Cuenca durante muchos años y teniente coronel de Milicias en 1811, y de su primera esposa la guayaquileña Antonia Herrera Campusano. Se casó con Ignacia de la Jara de Velasco y Maldonado de San Juan, con sucesión).
[6] Archivo de la Asamblea Nacional, 430.RAQ; 7-408.
[7] Archivo Nacional (AN), milicias, 1812. Constan en las listas entre otros: D. Agustín Galup; D. Juan Fromista; D. Isidro Alvarado; D. José Ureta; D. Mariano Cucalón; D. Jerónimo Ricaurte; D. José María Pérez. Cadetes: D. Marcos Hernández; D. Pedro Nordenflith; D. Bruno Camacho; D. Pedro Tola; D. Antonio Campe; D. José Antonio Rubio, D. Antonio Divisia.
[8] AN, caja 5, exp. 19. Constan Capitanes: D. Miguel de la Piedra; D. Juan Dávila; D. Juan Benites (o Benítez). Tntes: D. Vicente Gascón; D. Manuel Andrade; D. Antonio Carrasco; D. Manuel Rivera; Alférez: D. Luis Andrade; D. José Orellana; D. Tadeo Paredes. Ayudante D. Francisco Campos; Alférez: D. Rafael Ramos; D. Vicente Mariño. 
[9] Archivo Nacional, Milicias, Caja 5, expediente 21, 12.Nov.1812.
[10] Ibid. Caja 6, expediente 7, 13.Ago.1813. Este individuo, aparece en la Revista de Comisario del mes de marzo de 1821 en el ejército realista en la ciudad de Quito. Consta que llevó un cargamento grande de pólvora a Popayán el 11 de septiembre de 1813. Sus comandantes fueron Crnel. D. Manuel Tello; Cmdte. D. Sebastián Puga; D. Miguel de la Piedra. El expediente avanza hasta junio de 1816. Mediante informe del señor Mauricio Alvarado Dávila, cursado en correo de 13.10.2012, sabemos que Infante fue natural de Babahoyo, nacido por 1788. Se casó dos veces: la primera con Tomasa Llanos y la segunda, en Babahoyo el 3 de octubre de 1809, con María Dolores Verdesoto Llanos.
[11] Archivo Nacional, (AN) Milicias, 1813.
[12]Archivo Nacional, (AN) Milicias, 1813.
[13] Archivo Biblioteca Función Legislativa, RAQ, 9-550, 1813.05.30. Hemos podido seguir la trayectoria de muchos de los integrantes de esta lista, a través del tiempo, corroborándose siempre la calidad de militantes realistas
[14] AN, Criminales, caja 221, exp. 12, 1813.06.01. Se indica que es de la Provincia de Chincha, soldado de infantería de Lima y fue arrestado en la ciudad de Ibarra y continuó en la expedición contra Popayán en calidad de arrestado. El proceso se sustanció en Pasto. El asesinato tuvo como objetivo el robo del caballo de De la Bastida. Pérez fue identificado como sambo por el agonizante. Damián de Alba era capitán y Ayudante del Batallón de Milicias Disciplinadas de Españoles de Lima. José de Ureta aparece como Juez Fiscal de la causa y el antes mencionado José de la Vega, como Secretario. Testificaron el Sgto. Julián Casaos y el Cap. Pedro Noriega. El proceso continuó en Quito, actuando Pascual Andux, por orden de Montes. En las declaraciones aparece que Pérez vino a Quito en la primera expedición bajo órdenes de Arredondo en 1809.
[15] AN, Milicias, año 1813. Contiene el nombre de todos los conocidos comandantes pastusos y sus soldados, que pelearon en la Guerra de Independencia. Son 7 compañías.
[16] AN, Milicias, caja 6, exp. 5, 1813.06.18. Son las listas completas junto a los oficiales que constan en el número 11.
[17] AN, Milicias, caja 6, exp. 10, 1814.04.29. Arévalo explica que está incapacitado y que han tenido que vender todo lo que tenían, inclusive la ropa de su mujer “que se halla desnuda” y que no tienen con qué subsistir, pues el vecindario profesa aversión a los soldados del Rey (no podía ser para menos luego del 2 de agosto); su lesión provenía de una cornada de toro recibida en una corrida realizada por las autoridades españolas, lo que nos hace ver que no recibía pensión ni sueldo pues su dolencia no era producto de la guerra. Desafortunado.
[18] AN, Milicias, 1814. Figuran Subtntes. Vicente Saldaña; Ignacio Naranjo y Antonio García.
[19] AN, Milicias, caja 6 exp. 11, 1814.05.23. Aparece como Cmdte. de  los Cazadores de Guayaquil, D. Sebastián Arteta; Cmdte. de los Dragones de Guayaquil, D. Rafael Ramos.
[20] AN, Milicias, caja 6, exp. 16, 1814.07.22.
[21] AN, Milicias, caja 6, exp. 18, 1814.09.03
[22] Quien según relación del Cabildo de Pasto constante en oficio de 8 de enero de 1813, publicado en nuestro trabajo “Las Guerras Libertarias de Quito”, hizo una expedición a los Países enemigos –léase Tulcán, San Gabriel y el Ángel- donde luego de matar a varias decenas de personas, cercenó la oreja de los prisioneros. Este hecho a nuestro entender, ocurrió entre el 28 y el 30 de enero de 1812.
[23] Debe ser hijo o hermano suyo el subteniente don José Antonio Vidaurrázaga, que aparece en el listado general de la Revista de Comisario del Ejército Real, en la ciudad de Pasto el 10 de enero de 1815.
[24] Vidaurrázaga, fue derrotado por el Crnel. Carlos Montúfar y Larrea, en la batalla del Palo, al norte de Popayán el 5 de julio de 1815, donde destruyó a una de las divisiones de infantería del Ejército Real, causándole la muerte de 250 soldados, la prisión de 358, entre ellos 8 oficiales, 600 fusiles, 4 cañones, 100 tiendas de campaña y 28.000 cartuchos.
[25] AN, caja 6, exp. 20, 1814.10.10
[26] Se trata indudablemente de los soldados sobrevivientes de las tropas del Gral. Nariño, derrotados en Pasto en mayo de ese año.
[27] Arosemena, Guillermo, “Desde mi Trinchera”, Guayaquil 28 de julio de 2011: “Guayaquil sí tuvo sus milicias como demuestra el documento reproducido a continuación, que forma parte de una lista de más de 50 páginas con nombres de oficiales del ejército de Guayaquil, mostrando la carrera militar a través de cargos y fechas. El título de la lista es Segundo Escuadrón de Milicias Disciplinadas de Guayaquil. El documento se refiere al Comandante José Matías (SIC, equivocación en la interpretación paleográfica) iniciado en la carrera militar en 1808, gradualmente promovido hasta convertirse en ayudante militar del Virrey en 1819, un año antes de la Independencia de Guayaquil y al Capitán Darquea. Una parte de estas milicias debieron pasar a órdenes del Gobierno de Guayaquil, después de su Independencia y seguramente sirvieron para crear la División Protectora de Quito bajo el mando de Febres Cordero y Urdaneta, quienes fueron los primeros en iniciar la lucha por la libertad de Ecuador, mucho antes de la llegada de Sucre y su ejército.
[28] AN, Milicias, caja 6 exp. 21, 1814.12.19. Nosotros demostramos documentalmente que la mayor parte de militares realistas, guayaquileños, limeños y cuencanos, peleó en Pichincha, pero a órdenes del Mariscal Aymerich, y el capitán Masías, no se halla en las excepciones que sí las hubo, pues, algunos oficiales y tropa en agosto de 1819, luego de la derrota de Boyacá ante Bolívar, escaparon (o se replegaron) por la vía del sur: Popayán-Pasto-Quito y se refugiaron en sus localidades de origen, a través de mecanismos tales como deserción, permisos, licencias, retiro, tal es el caso del capitán Juan Francisco Morán y los capitanes Tomás y Francisco Espantoso. Otros en cambio, por fidelidad a su causa, disciplina militar, sueldos o premios económicos, continuaron en el ejército del Rey, acantonado en Pasto y Quito y lucharon en Bomboná y Pichincha contra los Ejércitos Libertadores de Bolívar y Sucre, como demostramos al final de este trabajo.
[29] Este señor suscribió el encomio de 29 de mayo de 1814, firmado por los grandes comerciantes de Guayaquil, a la victoria de los soldados y habitantes de Pasto contra el libertador Gral. Antonio Nariño, tal como consta en la reproducción realizada en el libro: “Las Guerras Libertarias de Quito”. Los inculpados fueron procesados muy pronto, por el peso político del comerciante y sentenciados a 8 años de prisión.
[30] AN, Criminales, 1815. Juicio contra Vicente Requejo y otros. Aparecen los siguientes militares realistas en Quito: Don Juan García Velarde, Juan Rosi, Teniente de Milicias de Infantería de Panamá, defensor de oficio; Crnel. Juan Manuel de Fromista, Regimiento de Infantería Real de Lima, Mayor General de este Ejército. Miembros del Consejo de Guerra: D. Francisco Guerrero; D. Ángel Palacios; D. Antonio Arteaga (con reseña biográfica); D. Santiago Serrano; D. Mariano Jurado; D. Ignacio Valladares; D. Antonio Rodríguez de Landeras; Tnte. D. Manuel González; D. José Cornejo y Avilés (con reseña biográfica), defensor de oficio. Miguel Valenza, ayudante del Juzgado militar. Los siguientes militares aparecen como Testigos: Cap. Santiago Serrano (salió del Consejo de Guerra que juzgaba a los infractores por impedimento dirimente, pues actuó como testigo). Sgto, 2do. Marcelino Ollarún (firma como Marcelino Oyarum) de la Cía. de Fusileros de Baba, agregada a la de Granaderos de Guayaquil, afirma que está un año y 8 meses en ella.; Cabo 2do. Manuel Molina, de Granaderos de Guayaquil quien dice que no les leyeron las leyes penales. Se informa que Vicente Requejo, Granadero de las Milicias de Guayaquil, había estado en el cuartel del Panecillo unos 8 meses, desertó y regresó a los 6 meses. Ha estado preso, enfermo, castigado, etc.; Ramón Gómez Castillo, Cabo de Dragones de la Cía. de Granaderos de Guayaquil. Ignacio Reyes, Granadero de las Milicias de Guayaquil. El Cap. Graduado D. Ventura LLaguno, reemplazó a don Santiago Serrano en el Consejo de Guerra. También se hallan el Cap. Pereda de Sarabia, como auditor de guerra y Martín Santiago de Icaza, Secretario de la Presidencia, el 12 de junio de 1815, así como el Cap. Agustín Galup, Asistente del  Presidente Montes.
[31] Ver sección del Documento No. 10, sobre el Ejército Real Reconquistador de Quito en el cual consta Cornejo.
[32] AN, Milicias, caja 6, exp. 22, 1815.01.10. Son 1549 hombres entre oficiales y soldados, divididos por su compañía o división, algunas tropas se hallan en Popayán y otros puntos del Norte de la Presidencia de Quito. También constan los soldados que se hallan prisioneros del ejército Patriota, así como extraviados y desertores. Tenemos las siguientes estadísticas:
Batallones de la ciudad de CUENCA y sus provincias:           589         39%
Batallones de la ciudad de PASTO y sus municipios:             414         27%
Batallones de la ciudad de GUAYAQUIL y sus provincias:   255        17.2%
Batallones de la ciudad de LIMA y sus provincias:                 247        16.8%
[33] AN, Milicias, 1815.
[34] AN, Criminales, caja 226, expediente 2. 1815.10.03.
[35] AN, Milicias, caja 7, exp. 9, 1816.02.29.
[36] AN, Milicias, 1816.
[37] AN, Milicias, octubre de 1816.
[38] AN, Milicias, caja 7, exp. 17 de 1816.10.21.
[39] AN, Milicias, caja 7, exp. 15 de 1816.10.16.
[40] AN, Milicias, año 1817.
[41] AN, Milicias, año 1817.
[42] Ibidem.
[43] AN, Criminales, caja 48, exp. 11 de 1819.03.02. Págs: 66.
[44]AN, Milicias, caja 7, exp. 29. 1820.07.14.
[45] AN, Milicias.
[46] Archivo Nariño, Bogotá, 1989, “Los Ejércitos del Rey”, Biblioteca de la Presidencia de la República, Administración del Dr. Virgilio Barco, pág. 181.
[47] Ibidem, pág. 182.
[48] Los Ejércitos del Rey, Op. Cit.
[49] Énfasis es nuestro.
[50] AN, serie criminales, caja 220, 2 de enero de 1813, 75 folios. Dos casusas iniciadas contra vecinos de Otavalo por orden del Presidente Montes, entre ellos, diez indígenas por haber dado muerte a soldados del Rey y haberse apoderado de los pertrechos y recursos destinados a las tropas acantonadas en San Antonio. El segundo expediente es contra Mariano Guerra y el afroimbabureño Agustín Pastrana, por ser motores, seductores y convocadores del pueblo para dicho ataque.

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