LOS
EJERCITOS DEL REY EN QUITO Y NUEVA GRANADA
1813-1822
DISCURSO
DE INCORPORACIÓN A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA COMO MIEMBRO
CORRESPONDIENTE
Dr.
Juan Francisco Gabriel Morales Suárez
LOS EJERCITOS DEL REY
EN QUITO Y NUEVA GRANADA 1813-1822
DISCURSO DE
INCORPORACIÓN A LA ACADEMIA NACIONAL DE HISTORIA COMO MIEMBRO CORRESPONDIENTE
Dr. Juan Francisco Gabriel
Morales Suárez
I.
EXORDIO
Presento
a mi nombre y el de mi familia, un agradecimiento a Dios, que nos ha permitido
alcanzar las imponderables posiciones con que nos ha bendecido estos años. Sin
su protección divina nada seríamos. Presentamos nuestro agradecimiento muy
especial a la Academia Nacional de Historia, a su Directorio e individuos de
Número, por el alto honor que nos confieren.
En
nuestra niñez, es decir, en la de todos quienes somos testigos y actores de la
post modernidad y en la de las generaciones pasadas, en casi todo el Ecuador, se
nos hacía estudiar con ahínco la epopeya de la Liberación Hispanoamericana, en
dicho ejercicio, generaciones enteras supimos los acontecimientos acaecidos en
aquel período, el más importante de la civilización americana.
En
ciertos núcleos sociales y familiares, más que en otros, le reedición constante
de las epopeyas emancipadoras en tertulias inacabables, era práctica común. Mis
tíos maternos, mi padre y mi madre, los célebres profesores de nuestra Escuela Pensionado
Pedro Pablo Borja No. 2, y mi hermano, embajador Alfonso Morales Suárez, nos
hicieron honrar al máximo las figuras Procerosas de Bolívar, Sucre, Espejo,
Mejía, Morales y los Montúfar. De nuestra parte cultivamos afecto muy especial
por los pueblos originarios y la magna y cimera figura universal de Atahualpa
Inca-Shiry.
Especial
capítulo en esas charlas, era el 24 de mayo de 1822 y su contexto global.
Sabíamos que Sucre, encabezando el ejército Patriota, derrotó a los españoles
aquella memorable fecha. Con cierta morigeración se nos habló de la integración
del bando liberador. Más, nunca se nos ha explicado a excepción de unos cuantos
jefes militares, quiénes fueron sus rivales y opositores y por ende, refractarios
a la Libertad Americana. Hace unos días mi noble presentador, en un acto
público reafirmó que la historia debe expresar inexcusablemente la verdad y es
en efecto, nuestro objetivo central, por ello, afirmamos que de la
investigación exhaustiva y honrada se produce la verdad.
La
militancia en el realismo, implica a nuestro modo de ver, una convicción ciega
de hispanidad, una actitud de rendimiento consentido o una expresión cierta del
distinto grado civilizatorio en gran parte de las localidades -quizá no en
todas- que persistieron en permanecer en una etapa de servidumbre, la Colonia,
a pretexto de conservar privilegios o ventajas económicas. Afirmamos que esa
actitud, que pasa de un extremo a otro pocos años después, con la posición
contraria, tuvo como resultado la continuación o mantenimiento de la
servidumbre y la inopia, pues hoy persiste en enormes capas de la población, que
desciende precisamente de la que sirvió como soldados casi hasta el final al
Rey, o mejor dicho, a las élites locales que buscaban proteger el derecho de
conquista con la perpetuación del Statu Quo. Si bien en las Guerras de la
Independencia hubo en todo tiempo hechos cruentos que desdicen de la naturaleza
humana, en uno y otro bando, todos ellos iniciaron con el genocidio del 2 de
agosto, fecha luctuosa para la humanidad toda, que justificó la guerra a muerte
proclamada luego por Bolívar. En los documentos que aquí reproducimos, hallamos
a los mismos protagonistas de tal magnicidio, en campaña permanente contra los
pueblos que apoyaron la causa de la libertad.
Miremos
lo que antes de ese tiempo, escribía premonitoriamente en Guayaquil en enero de
1803, Alexander von Humboldt: “Para un
hombre sensible, las colonias europeas no pueden ser agradables para fijar allí
su morada… ¿De dónde viene esta falta de moralidad, de dónde vienen esos
sufrimientos, este malestar en el cual todo hombre sensible se halla en las
colonias europeas? Es que la idea misma de la colonia es una idea inmoral….”[1]
Es decir, Humboldt, apoyaba la libertad, íntegramente.
II.
DESARROLLO
Pasemos
pues a analizar y a descubrir de modo conjunto, quienes sostenían la idea del
mantenimiento de la colonia, develando la identidad y procedencia de los
ejércitos realistas que si bien en varios países han sido identificados y
diversos autores han señalado de modo ligero, recién esta historia oculta se empieza
a develar.
Tres
publicaciones hablan en efecto, de manera directa sobre el tema militar y
realizan el señalamiento de los Ejércitos realistas en territorio de Quito, es
decir el que comprendía Cali, Popayán y Pasto hasta Maynas: primero el libro
denominado ciertamente, “Los Ejércitos del Rey”, publicado en Colombia[2],
en cuyas páginas se reproduce la
documentación de los Jefes Militares realistas, entre ellos el del Brigadier y
luego Virrey, Juan Sámano, luego nuestro modesto trabajo: “Las Guerras
Libertarias de Quito, los Próceres olvidados de la Independencia”, y recientemente
el valioso libro: “La Configuración Militar en la gesta Quiteña 1809-1812”[3].
Este
ejército realista que atacó a la Junta Soberana de Quito en 1809, a su pueblo
en 1810, a los patriotas de Riobamba, Ambato, Latacunga, Quito e Ibarra en 1812,
es el mismo que, prosiguiendo hacia el norte entre 1813 y 1816, ataca Tulcán,
Ipiales, Popayán, Cali, Armenia, Buga, Ibagué, unidos a las tropas y milicias
de la ciudad de Pasto, obteniendo resultados divididos, pero venciendo temporalmente,
en su enorme periplo desde Lima y otros puntos de nuestra geografía, en un
viaje sin precedentes -en su guerra de reconquista- a la ciudad de Bogotá, enfrentando
a los ejércitos republicanos en todo ese período, es decir hasta 1819. Parte de
este ejército, pues un número importante de sus legiones fue destruido en
Boyacá, enfrentó a Bolívar en Bomboná y otra parte a Sucre en Pichincha en
1822, con los mismos integrantes en cuanto a jefes, oficiales y tropa, con las
variaciones que implicaba la pérdida de vida de sus soldados.
Para poder descubrir con claridad la composición de los
ejércitos realistas, debemos seguir el rastro de los integrantes de las
diferentes compañías y batallones, a través de los 13 años que duró la lucha
emancipatoria, con ejemplos objetivos de algunos de ellos, tales como oficiales
superiores, oficiales inferiores y tropa. Centremos nuestra atención entonces
en la búsqueda e identificación de los miembros del ejército del Rey. En los
Archivos Nacional de Historia y de la Función Legislativa, existen innúmeros
expedientes y fondos documentales de los Ejércitos realistas desde los años
1811 hasta 1821, es decir, hasta vísperas de la batalla del Pichincha. Toda esa
documentación de oro tiene un rígido hilo conductor, cual es, el origen
regional o nacional de los soldados realistas, su leva y reclutamiento, que
apuntan a entender que España formaba sus ejércitos de las comunidades,
ciudades y pueblos fieles a la corona, pues no podían correr el riesgo de
reclutar militares que, originarios de poblaciones liberales e
independentistas, diesen las espaldas en los graves períodos de las guerras.
Por ello, declaramos como veremos en las diapositivas, única forma de comprobar
la verdad, que los ejércitos realistas que actuaron en el territorio de la
República del Ecuador, es decir, el Estado de Quito y todo el sur y centro de Colombia, la Nueva
Granada, se originaron de cuatro regiones específicas y determinadas.
III.
DOCUMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN
Nuestra investigación
ha conseguido los siguientes documentos irrefragables que mencionamos en orden
cronológico de acuerdo a su antigüedad:
1. Partes
Militares suscritos por los oficiales del Ejército del Rey, Mariscal Aymerich,
Brigadier Juan Sámano, Crnel. Ignacio Asín y capitán Juan Benítez y Carrión
todos del año de 1812, que hemos publicado en el libro que queda señalado y que
contienen información de primera mano de los Ejércitos realistas, actuando en
el Ecuador entre 1810 y 1813. Son 527 expedientes existentes en el Archivo Histórico
de la Asamblea Nacional en 10 cajas y más de 1000 documentos, relativos a los
Ejércitos y autoridades realistas en Quito desde 1810 hasta 1822.[4]
2. Hoja
de vida y expediente militar del sargento graduado del Regimiento de Infantería
Real de Lima, Don José de la Vega, del año 1812. Demuestra que se halla en el
ejército realista y en territorio quiteño desde 1809, con nombres de
superiores, jefes, compañeros y subalternos, noticias de su actividad en contra
de los revolucionarios e insurgentes quiteños, en 42 folios, tomado del Archivo
Histórico de la Asamblea Nacional. [5]
3. Parte
de guerra de 1 de agosto de 1812 de Juan de Sámano dirigido al Gral. Toribio
Montes, mediante el cual informa que los enemigos se han retirado de Guaranda a
Riobamba y consulta si debe atacar solo o esperarle para efectuar el ataque con
ambas tropas luego de reunirse en Carpi. Comunica que cuenta con 700 hombres de
las tropas de Lima, Guayaquil y Cuenca.[6]
4. Revista
de Comisario del Regimiento de Infantería Real de Lima, más varias listas de los
enfermos y raciones alimenticias entregadas al ejército, firmados en Latacunga
por el Gral. Melchor Aymerich y el Tnte. Agustín Galup, el mes de octubre de
1812. Figuran muchos de los Futuros líderes de las campañas realistas en Nueva
Granada, en 6 folios. Archivo Nacional de Historia.[7]
5. Escala
de sueldos de oficiales de Caballería de Cuenca, Guayaquil y Lima, firmado por
el Cap. Manuel Tello en la ciudad de Ambato el 12 de septiembre de 1812, en 1
folio. Figuran varios de los oficiales realistas que lucharon en Quito y Nueva Granada
hasta 1822.[8]
6. Relación
de Dinero que se saca de las Cajas Reales a buena cuenta para socorrer a los
Dragones de Guayaquil, en 1 foja, suscrito en la ciudad de Quito el 12 de
noviembre de 1812, 5 días después de haber tomado la ciudad. Contiene la nómina
de los soldados.[9]
7. Hoja
de Vida y expediente militar del sargento 1º. del Escuadrón de Dragones de
Babahoyo, Isidro Infante, va desde agosto de 1813 y llega hasta junio de 1816.
Contiene la historia de su actividad militar, nombres de jefes y oficiales con
los que trabajó. 14 folios.[10]
8. Relación
de los Presos de la 2ª. División del Ejército Real con indicación de nombres,
destinos, motivos del arresto y por orden de quién, de las compañías: a) 2ª.
del Real de Lima; b) de la de Baba; c) de la de Pardos de Guayaquil; y, d)
Numerarios de Baba. 1 foja.[11]
9.
Relación de los presos de la 3ra.
División del Ejército Real, con indicación de sus delitos, destinos y estado en
que se hallan sus causas, firmado en Quito por Mariano Jurado el 28 de mayo de
1813. Contiene los nombres de los soldados sancionados por indisciplina o
comisión de delitos, de los batallones: a) Real de Lima; b) Granaderos de
Guayaquil; c) Milicias de Guayaquil; d) 5ta. y e) 6ta. Compañías de Cuenca; y, f)
compañía de Pardos (no se indica si de Lima o Guayaquil) en 2 fojas.[12]
10. Extraordinaria nómina
del “Ejército Real Reconquistador de las
Provincias de Quito”, suscrito en Quito, el 30 de mayo de 1813, por el
Presidente Gral. Toribio Montes. Contiene la lista de oficiales y soldados
destacados en las guerras contra Quito. Es el documento matriz para el
conocimiento de los Ejércitos del Rey en Quito y Nueva Granada. Se halla en el Archivo
Histórico de la Asamblea Nacional. Publicado en 7 fojas en el trabajo de
nuestra referencia. Lo analizamos y detallamos más adelante.[13]
11. Juicio
Penal seguido contra el soldado Toribio Pérez, de la 3ra. Compañía del 3er.
Batallón del Regimiento de Infantería Real de Lima, por asesinato del paisano
Manuel de la Bastida. Va desde 1813 hasta 1815, en 95 fojas. Contiene gran
cantidad de nombres de los oficiales realistas, empezando por Montes, Sámano y
Aymerich. Archivo Nacional.[14]
12. Lista
de los oficiales de las Milicias de la Ciudad de Pasto “que siguieron en la
Expedición contra Popayán”, suscrito por el Dr. Tomás de Santa Cruz el 28 de
junio de 1813 en Pasto. 1 foja.[15]
13. Listas
completas para Revista de Comisario de los ejércitos de Pasto, en los pueblos y
ciudades de Mercaderes, Cali y Popayán los meses de junio y julio de 1813.
Contiene la nómina de los principales líderes de Pasto y las tropas de las
3ra., 4ta y 5ta. Cías. del Batallón de Pasto; de la de infantería; y de la 1ra.
y 2da. de caballería, con 400 soldados, que junto al resto del Ejército Real,
atacaron Cali en junio de 1813, al mando de Juan de Sámano. Uno de los 8
documentos señala: “Compañía 2da. de Milicias
del Cargo del Capitán de Ejército don Joaquín Dávalos. Pie de lista de los
individuos que en esta se contienen para Revista de Comisario en el mes de la
fecha”. Este documento es excepcional, pues en él aparece por vez
primera de la documentación que reposa en el Archivo Nacional, el nombre del
famoso caudillo Agustín Agualongo, en ese momento como parte de la tropa con
grado de sargento. La lista anotada, es extensa
y se halla firmada por el Cap. Joaquín Dávalos en Popayán el 17 de julio de
1813.[16]
14. Expediente
presentado por el granadero cuencano Tomás Arévalo, en Quito, en enero de 1814,
quien por hallarse inválido, solicita al Gral. Montes anuencia para regresar a
Cuenca, pues necesita “la respectiva
licencia para que regrese del modo posible a mi tierra” “para que no perezca, no solo yo sino mi
mujer, tanto con las necesidades y miseria en que nos hallamos”, cuanto “por hallarnos en País enemigo, de lo que
proviene que no tenemos quien nos contribuya ni con una limosna por la aversión
que nos profesan sus habitadores..”. Son 8 folios del Archivo Nacional.[17]
15. Nómina
de los soldados del Ejército Real en el sector de Calibío en enero de 1814,
seguramente horas antes del ataque perpetrado por el Gral. Nariño, en el cual
derrotó ampliamente a los Ejércitos del Rey. Contiene los nombres de los
soldados destacados en ese punto del a) Real de Lima, b) del batallón de
españoles de Lima, c) de las Milicias de Guayaquil; y, d) de los Dragones de Guayaquil.
2 fojas.[18]
Aparece como Subteniente el cadete, Don Pedro Tola, que luchó en el ejército
realista hasta el 24 de mayo de 1822.
16. Lista
de Distribución de cuatrocientos pesos entregados por el Gral. Sámano al
Tcrnel. José Ureta para repartir en las unidades apostadas en la ciudad de
Pasto el 23 de mayo de 1814. Parece tratarse de un premio por la victoria en
contra del Gral. Antonio Nariño, ocurrida pocos días antes el 11. Contiene el
nombre de los jefes militares y soldados de estos cuerpos del Ejército del Rey:
a) Regimiento de Infantería de Lima; b) de la Cía. De Número de Lima; c) de la
Cazadores de Pardos de Lima; d) del Cuerpo de Artillería, e) de la Cía. de
Cazadores de Guayaquil; f) de la Cía. de Milicias de Guayaquil; g) de los
soldados que vinieron de Yacuanquer; h) de las compañías de Cuenca; i) de otro
cuerpo no identificado; y, j) de la División de Cuenca. 8 fojas.[19]
17. Solicitudes del Cabo 1º. de Infantería de
Milicias de Cuenca, Justo Mora, del año 1814 y de 19 de enero de 1815, pidiendo
licencia de 6 meses para ir a Cuenca, para ver a su padre mujer e hijos (que no
los ha visto 3 años). Las peticiones
fueron negadas en un inicio por el Presidente Montes “por la necesidad de
atender la restauración de Popayán”. Esto nos demuestra que los soldados del
Ejército Real, estuvieron en campaña permanente e indefinida, concentrados en
los puntos de comando sin salir a ninguna parte. Son 5 folios. Archivo
Nacional. Su pasaporte contiene la firma del señor Martín Santiago de Icaza.[20]
Se le concedió la licencia el 10 de febrero de 1815.
18. Solicitud del soldado Tomás Vera de la tercera
División de los Pardos de Guayaquil, quien pide ser trasladado a un lugar más
cálido como Otavalo. Le fue concedido. 4
fojas, 2 de septiembre de 1814.[21]
19. Revista
de Comisario de una de las Compañías de Pasto, de 1ro. de octubre de 1814,
firmada por el terrible Francisco Delgado[22]
y sumillada por el Crnel. Aparicio Vidaurrázaga,[23]
nombrado comandante del ejército realista en Pasto y Popayán por el Presidente
de Quito, Toribio Montes.[24]
3 fojas.[25]
20. Juicio Penal seguido de oficio por el
Corregidor de Latacunga contra el Tnte. de Milicias Don José Masías (Yirapegui),
por mal manejo de recursos en la conducción de prisioneros de Santa Fé de
Bogotá[26].
36 folios que datan desde el 19 de diciembre de 1814. Este oficial de la
Provincia de Guayaquil fue nombrado Ayudante por título del Virrey (seguramente
Sámano), según nos indica el Ec. Guillermo Arosemena y su hoja de vida hasta
1819, fue publicada por el mismo historiador en el sitio electrónico “Desde Mi
Trinchera”[27], mediante
el cual demuestra que Guayaquil sí tuvo ejércitos en el pasado, sin percatarse
empero, que a través de esa hoja de vida, se conoce la militancia de Masías y
más oficiales y soldados guayaquileños en el ejército realista hasta el
desenlace de la Independencia, aunque el señor Ec. Arosemena realiza -con toda
su atribución- la conjetura que “una
parte de estas milicias debieron pasar a órdenes del Gobierno de Guayaquil,
después de su Independencia…”.[28]
Montes solicitó su ascenso a Capitán de Milicias en el Ejército Real
Reconquistador de Quito en 1813.
21. Proceso
Penal seguido contra los soldados Mariano Muñoz del Real de Lima; Vicente
Requejo, Granadero de las Milicias de Guayaquil y Simón Erraes de la 8va. Cía
del Batallón de Cuenca, por robo efectuado el 16 de marzo de 1815 al ciudadano
español Don Clemente Puche, vecino de Guayaquil[29].
En el proceso aparecen las identificaciones y lugar de nacimiento, los nombres
de los oficiales instructores y el año desde que pertenecen al ejército. En
este proceso, se descubre por vez primera, que los soldados del Real de Lima,
provenían de varios lugares del Perú y del actual Ecuador.[30] En el juicio aparece el señor José Cornejo y
Avilés como defensor de oficio, siendo capitán graduado del Real Ejército y
Ayudante Mayor del Batallón de Infantería de Pardos de la Plaza de Guayaquil.[31]
22. Extraordinario
documento que contiene la nómina general completa del Ejército realista
en la ciudad de Pasto el 10 de enero de 1815, en 38 fojas. Se hallan los
nombres de los jefes, oficiales y tropa del Ejército Real. Se trata de la
Revista de Comisario de: a) la Plana Mayor de dicho ejército; b) del Real
Cuerpo de Artillería; c) del Regimiento de Infantería del Real de Lima, 1ra.,
2da.y 3ra. Divisiones; d) de la Compañía de Milicias Disciplinadas del número
de Españoles de Lima, integradas por: d.1) Granaderos de Guayaquil; d.2) Compañía
de Baba; y, d.3) Milicias de Guayaquil, que conforman el grueso del batallón
limeño; e) de la Cía. de Cazadores de Lima; f) de la 2da. Compañía de Cazadores
de Guayaquil; g) de la Cía. de Dragones de Lima; h) del Batallón de Milicias
Disciplinadas de Cuenca, 1ra., 3ra, y 5ª; i) Compañía de Dragones de Cuenca; y,
finalmente, j) de la compañía de Milicias Disciplinadas de la ciudad de Loja.
Este ejército fue totalmente derrotado por el Crnel. Carlos Montúfar y Larrea,
el 5 de julio de ese año, en Popayán, como se anota en el pie de página número
24. Vidaurrázaga fue destituido y Sámano nuevamente nombrado, efectuó el
desquite al año siguiente, en la Cuchilla de Tambo.[32]
23. Revista
de Comisario de la Novena Compañía de Dragones de Cuenca, bajo el mando del
personaje más aborrecido en la Provincia del Carchi y en el sur de Nariño, el
capitán Juan Benítez, 2 fojas suscritas en Ipiales el 11 de junio de 1815.[33]
24. Causa
Criminal seguida contra los guerrilleros carchenses e ipialeños que asaltaron
al Brigadier Juan Sámano en 1814. Contiene la sumaria instruida por el Jefe
Militar de la Provincia de los Pastos, el citado Juan Benítez, inicia en
Túquerres y concluye en Tulcán el 8 de octubre de 1815 en 12 fojas.[34]
25. Expediente promovido por el Teniente graduado
del Escuadrón de los Dragones de Guayaquil don Rafael Ramos, solicitando se lo
coloque en el Regimiento Veterano de Lima, 4 de abril de 1816. Es un muy
importante expediente que contiene la hoja de vida y méritos del oficial
realista, además del nombre de innúmeros jefes y compañeros de armas del
Ejército del Rey. Se descubre que participó bajo las órdenes de Montes desde
1812 como veremos más adelante, en 20 fojas.[35]
26. Espectacular
documento del “Ejército Real Pacificador de Quito” que contiene la “Relación
por nombres y apellidos y cuerpos correspondientes de los individuos que han
ingresado en este Ejército, procedentes de la ciudad de Popayán después de la
acción del Tambo, y noticia que se ha podido adquirir del Pasaje en donde
dejaron el Armamento, los que se han presentado sin él, según sus
exposiciones”. El documento de 3 folios suscrito por Agustín Galup el 16 de
octubre de 1816, nos permite conocer que la batalla sanguinaria de la Cuchilla
del Tambo en la que Sámano derrotó a Montúfar, Cabal y otros y abrió la puerta
de Bogotá, fue tan cruenta que incluso muchos de los ganadores, desertaron o
huyeron, siendo reincorporados en el ejército de ocupación que permanecía en
Quito. Muchos de estos participaron en las batallas contra el ejército quiteño
en 1812. Los desertores de dicha Batalla, provienen de 6 compañías de Cuenca, 2
de Lima y 2 de Guayaquil.[36]
27. Documento del Ejército Real sobre el “Estado
que manifiesta la fuerza total de la División que viene a mi cargo”, suscrita
por el Capitán cuencano Bartolomé Serrano el 1 de octubre de 1816, en una foja.
Es indudable que al igual que los anteriores, provenían de Popayán, luego de la
batalla de la Cuchilla del Tambo, por cuanto las huestes que se anotan, pertenecen
a las compañías señaladas en el No. 22 de esta lista, es decir del Ejército
Realista en Pasto en 1815. Los militares provienen de las Compañías a)
Españoles de Lima, b) 1ª., c) 3ª., y d) 5ª. de Cuenca; e) Cazadores; y, f)
Dragones de Cuenca, con 123 soldados.[37]
28. Solicitud del Dr. Baltazar Nieto Polo (del
Águila), de Licencia especial para pasar a incorporarse en el Ejército de
Operaciones del Alto Perú, que le fue concedida el 25 de octubre de 1816. 4
fojas. Veremos adelante la biografía de este señor.[38]
29. Solicitud elevada al Presidente Montes por
parte de Don Ventura Llaguno para que se requiera al Cap. Manuel Muñoz, el pago
de una deuda. Apreciamos en ese documento de noviembre de 1816, que muchos de
los militares realistas, que se hallaban en Quito, fueron destinados a Bogotá a
incorporarse en el ejército de Sámano, quien ya se hallaba en dicha capital, en
4 fojas.[39]
30. Relación de las tropas que se hallan en los
destacamentos de Tulcán, Tusa y El Ángel, encabezados por el terrible Juan
Benítez quien firma la lista en la ciudad de Tulcán el 17 de marzo de 1817, en
una hoja.[40]
31. Relación
de los individuos del Ejército Real Pacificador de Quito que se hallan presos
por diversas infracciones, fechada en Quito el 23 de mayo de 1817. Documento de
2 páginas en que aparecen muchos de los soldados que constan en las listas de
los años anteriores. Los presos se hallan identificados por su divisa, así: a)
Artilleros; b) Granaderos de Cuenca; c) 1ª., 2ª. 3ª. y 4ª. Compañías de Cuenca;
d) del Real de Lima; e) Granaderos de Guayaquil; f) Milicias de Guayaquil; y,
g) Pardos de Lima. Muchas infracciones son delitos graves como homicidio,
deserción y robo reiterado en la ciudad de Quito.[41]
32. Lista
igual a la anterior, de la semana del 29 de mayo de 1817, con las mismas
compañías militares.[42]
33. Querella
civil y penal seguida por los señores Don José Landázuri y Erazo y Don Manuel
Landázuri Ruiz de Cabrera, su hijo, por los atropellos a los que fueron
sometidos por el conocido Capitán Juan Benítez, quien vejó a la esposa de don
Manuel y a éste lo agredió y lo apresó, acusándolos de insurgentes. Se halla
fechada en Tulcán desde el 19 de marzo de 1819.[43]
34. Solicitud
del soldado cuencano Manuel Idrovo, quien desde la ciudad de Pasto solicita
licencia para regresar a atenderse en Quito, por padecer de un tumor en la boca
del estómago desde hace 5 años. Los documentos van desde 1819 hasta el 14 de
julio de 1820. La licencia le fue concedida. Se informa que pertenecía al
ejército realista hacía 13 años. 6 fojas.[44]
35. Invalorable
Lista del Batallón de Dragones de la Reina Isabel, encabezados por ya muy
conocido Coronel don Juan Benítez y Carrión, firmada en Quito el 12 de marzo de
1821, es decir, prácticamente en vísperas de la Batalla de Pichincha. Este
extraordinario documento, contiene nombre de militares de Guayaquil y Cuenca
que desde 1809 y 1810, en su orden, han actuado ininterrumpidamente en el Real
servicio. Este batallón aparece como uno de los que participó en el ejército
realista en la Batalla del Pichincha, en todo libro especializado sobre el tema,
en 5 fojas.[45]
Luego de la enumeración y breve descripción de esta
documentación de oro a modo de resumen, señalaremos que vencido el ínclito
Carlos Montúfar Larrea en Ibarra el 1 de diciembre de 1812, pocos restos de sus
tropas se replegaron por la selva occidental hacia Tumaco para llegar a Cali,
ciudad dentro del Estado de Quito, la más leal entre las importantes y hacia
Tulcán, población junto a las demás pequeñas
del territorio sur de la Provincia de los Pastos, hoy Provincia del Carchi, incondicionalmente
leal a Quito, pero con una grave vecindad para ese tiempo, con la ciudad de
Pasto, que había sacudido al gobierno independentista establecido mediante
acuerdo entre Popayán y Quito en septiembre de 1811 y había roto la
comunicación entre Bogotá y Quito, estableciendo nuevamente desde mayo de 1812,
un enclave territorial bajo régimen realista, que se amplió en los primeros
días de diciembre con la llegada de Sámano, quien avanzó desde Tulcán hasta
Ibagué desde enero de 1813, para amenazar a Bogotá hasta julio de ese año, en
que retrocedió, primero a Popayán por el asedio de guerrillas y luego a Pasto,
por el ataque de las tropas libertadores del general Antonio Nariño, que
partieron desde la capital de Cundinamarca a mediados del mismo 1813. Miremos
el cambiante estado de las cosas entre el tiempo de victoria y el de derrota de
los ejércitos independentistas. Las tropas realistas, como vemos, se hallaban organizadas
en batallones y milicias según su lugar de procedencia o casta, siendo así que
existían unidades de blancos, de afrodescendientes, como los batallones de Pardos de varias regiones de Sudamérica y de
morenos (esclavos o libertos), de mestizos e indígenas organizados según
sus pueblos de origen como los distintos escuadrones de caballería miliciana.
Sin embargo la necesidad de cubrir las bajas y refundir en una sola distintas
unidades, hacían que la evolución de muchos de los cuerpos realistas de línea
terminasen como una amalgama de castas, clara expresión de la realidad social
latinoamericana. Eso ocurrió desde mediados de la década de 1810 a 1820, pero
también en un inicio de las Guerras independentistas, se confundieron
intencionalmente las diversas procedencias regionales cuanto no las étnicas, en
algunas de las escuadras y compañías, por disposición de los jefes realistas,
pocos de ellos españoles.
Miremos los oficios dirigidos al gobierno de Santa Fé[46] el 31 de julio y el 15 de
agosto de 1813.
“…Dirijo
a vuestra señoría el adjunto pliego que ha llegado a mis manos del presidente
de Quito, a quien sin duda, por ignorar que se halla vuestra señoría
a la cabeza de ese Estado de Cundinamarca, le ha parecido debe entenderse con
los señores que denomina del gobierno
y junta de Santafé. Dios guarde a vuestra señoría muchos años. Cartago, 15 de
agosto de 1813. Juan de Sámano.
-El pliego del que
habla el oficio anterior trae este sobre escrito:
“A los señores del
gobierno y junta de la ciudad de Santafé. Del presidente y Capitán General de
Quito”.
-Dentro de este
pliego que también abrieron los secretarios, se encontraron un oficio de Don
Toribo Montes, su fecha en Quito, a 31 de julio último, en que intima la
rendición de este Estado, una carta confidencial del mismo al señor Nariño, que
igualmente abrieron y leyeron los secretarios, y algunos otros papeles, todo lo
cual después verá el público, como también las contestaciones que a Montes ha
dado este gobierno…”[47]
En este estado de cosas, Antonio Nariño, salió de Bogotá el
23 de septiembre de 1813 en la llamada “Campaña del Sur” con el denominado
“Ejército libertador de Popayán y Quito”. El 25 de octubre llegó a la ciudad de
La Plata donde se concentraron las tropas independentistas de la Nueva Granada
y se organizaron los batallones, se disciplinaron las tropas y se acopiaron
animales y víveres, para atacar a los Ejércitos del Rey, que originándose en el
Virreinato de Lima, habían avanzado batiendo a los del Estado libre de Quito
hasta Ibagué, dominado todo el Valle del Cauca y sus innúmeras poblaciones y
ciudades.
Antes de salir a Popayán a donde había retrocedido Sámano por
la guerra de guerrillas que le hacían los patriotas de Cali, Nariño, le envió
una comunicación, proponiendo una entrevista y medidas de paz. Sámano contestó
que elegía la guerra.
El 22 de diciembre de 1813, marchó el ejército libertador compuesto
de 1.200 hombres con dirección a enfrentar a los ejércitos del Rey, venidos del
sur. El 20 de ese mes se enfrentaron por vez primera en el Alto Palacé,
habiendo triunfado Nariño y persiguiendo hasta el puente del Cauca a las tropas
realistas que se hallaban bajo el mando del Gral. Ignacio Asín que partió desde
Guayaquil junto a Montes y Sámano en 1811. Asín retrocedió más y se reunió con
Sámano entre el 8 y 9 de enero y unido todo el Ejército del Rey fue atacado en
Calibío, por Antonio Nariño el 15 de enero de 1814, triunfado íntegramente los
patriotas.
“Tengo
la satisfacción de anunciar a vuestra excelencia y ese pueblo, que el encuentro
con las tropas enemigas la mando del brigadier Sámano y su segundo don Ignacio
Asín, se ha dado a nuestro favor. El 13 por la noche llegaron a mi campamento
de Palacé las tropas del mando del coronel Rodríguez, en número de 348 hombres,
con sólo 220 fusiles… Ayer 15 al amanecer nos pusimos en movimiento para atacar
al enemigo que se hallaba en la hacienda de Calibío… Como a las doce del día
nos avistamos con el enemigo que en número de 1200 fusileros y gran número de
caballería, se hallaba ya formado en batalla con siete piezas de muy buena
artillería…A la una y cuarto del día se rompió el fuego de artillería por el
enemigo, como a 700 varas de distancia, con el mayor acierto, en términos que
en sólo el espacio de 200 varas cuadradas en que estaba ordenando mi división ,
nos cayeron 11 balas de cañón, que recogimos. …nuestros granaderos, con las
otras dos compañías de nacionales, desde que se vieron a tiro de fusil, volaron
a paso de ataque y los siguieron los demás, en medio de un vivísimo fuego,
hasta ponerlos en una completa derrota…
(f)
Antonio Nariño.[48]
Sámano se retiró a Pasto en donde fue mal recibido por la
población puesto que colocaba a la villa en blanco directo de los ejércitos
libertadores de Nariño y pidió mediante oficio a Toribio Montes, se lo remplace
por otro oficial y en efecto, Montes destituye del comando del Ejército del Rey
a Sámano y nombró enseguida a Aymerich, antiguo gobernador militar de Cuenca,
quien de la misma forma que el primero, había luchado contra los ejércitos
quiteños desde 1810, tal como lo señalan todos los historiadores y nosotros en
nuestro libro documental: “Las Guerras Libertarias de Quito”. Luego de este
suceso, en que parecía que en pocas semanas Nariño llegaría con su ejército
libertador a Quito, las cosas se invierten, pues al atacar Pasto, pierde la
batalla frente al ejército del Rey, es tomado prisionero y destruido todo
intento de liberar a Quito. Comentamos que Sámano, junto a su escolta en su tránsito a la ciudad
de Quito, fue detenido y apresado por los patriotas carchenses y nariñenses al
mando del tulcaneño Don Elías Bolaños, Silvestre Soberón, Recalde y otros. Sin
más preámbulos pasemos a determinar quiénes integraron los Ejércitos del Rey.
Los doctores Jorge Núñez y Kléber Bravo, señalan sobre el año
1809: “Una vez más Quito se encontraba
invadida de tropas foráneas, listas a reprimir cualquiera nueva manifestación
de insurgencia. Pero esta vez era más visible la intención de los 752 soldados provenientes de Lima, Popayán,
Santa Fe y Guayaquil, que consistía en vapulear con mayor contundencia a
una ciudad afamada por su vocación de rebeldía frente al poder colonial.”[49] En las diversas páginas
de ese trabajo, así como en el texto: “las Guerras de Quito por su
Independencia” del Crnel. Galo Chacón Izurieta, se determinan los nombres de
los jefes militares de esas tropas invasoras. No se deja constancia de los
soldados, presupuesto que consideramos debe hacerse en un futuro inmediato y de
modo obligatorio, para realizar el descubrimiento de la identidad y procedencia
de cada uno de los integrantes de esas fuerzas mercenarias. También hacemos
especial mención al juicio seguido a modo de “fuente ovejuna”, en este caso, la
ciudad de Otavalo, pues con un comportamiento encomiable, más de mil indígenas,
algunos afroimbabureños y muchos blancos y mestizos, asaltaron a la retaguardia
del ejército del Rey que avanzaba a enfrentar a Montúfar y Calderón en Ibarra y
ejecutaron a 12 soldados cuencanos el 24 de noviembre de 1812. Montes luego
capturó y fusiló a los principales ejecutores del ataque y enjuició a otros[50].
[2] Fundación para la Conmemoración
del Bicentenario del Natalicio y el Sesquicentenario de la Muerte del General
Francisco de Paula Santander, Bogotá, 1989, Biblioteca de la Presidencia de la
República, Administración del Dr. Virgilio Barco, 495 pp.
[3] Núñez Sánchez, Jorge y Bravo,
Kléber. “La configuración militar en la gesta quiteña de la Independencia
1809-1812”, Instituto
Metropolitano de Patrimonio, Quito, enero, 2012, 493 pp.
[4] Morales, Juan Francisco,
“Las Guerras Libertarias de Quito, los Próceres olvidados de la Independencia”,
Tulcán, 13 de Noviembre de 2009, págs. 94 a 384.
[5]
Archivo Biblioteca Función Legislativa, RAQ, 1812. De la Vega, señala que tuvo
que retirarse del punto de Amañán, hasta donde llegaron los ejércitos quiteños
y que luego en Azogues rechazó desde el encañonado de Tabacay a dicho ejército.
En Atar, en cambio capturó a 31 soldados del ejército quiteño y 125 fusiles.
Señala que 1.500 soldados defendieron el pueblo del Cañar en contra de Ejército
de Quito. El 25 de julio de 1812, salió en la retaguardia de la segunda
expedición contra Quito. Militares y autoridades que certifican en el
expediente de De la Vega y breves notas biográficas: Joaquín de Molina
(Presidente de la Audiencia y señero testigo e historiador de los hechos de la
Independencia americana); José Ma. Vásquez de Noboa (y
Concha, chileno. Nacido en Concepción
por 1780. Hijo de Ángel Vásquez de Noboa y Rey, nacido en Los Ángeles, Chile,
en 1750 y de Josefa Concha de la misma localidad. Se casó en El Sagrario de
Cuenca el 7 de mayo de 1790 con la señora Teresa Ramírez Astudillo de esa
ciudad; en su partida de matrimonio consta como “Josef María Novoa”); José de Abascal (Virrey del
Perú); Antonio Soler (e Hidalgo, nacido en Granada, España. Hijo de los granadinos Antonio Soler y
María Hidalgo. Fue tesorero de Cuenca en 1822. Se casó con la señora María Pía
Izquierdo del Prado y Rojas, de esa ciudad, hija de Juan Izquierdo del Prado y
Matute de Castro y de María Rojas de Castro, expósita,
quien se casó en segundas nupcias con el riobambeño Diego Arteaga, quintos
abuelos de la Dra. Rosalía Arteaga Serrano, ex Vicepresidenta de la República); José Agustín de Celis; Antonio
García; Subtnte. Juan Bautista Heredia; Melchor Aymerich (Figura central de los
ejércitos realistas, libró con este mismo ejército, la batalla del Pichincha
contra el Mariscal Antonio José de Sucre); Cap. Fernando Barrantes (Peruano,
artífice y responsable de la masacre del 2 de Agosto de 1810); Manuel de
Arredondo (Jefe y responsable directo del genocidio del 2 de Agosto de 1810);
Pedro Liñeiro; Narciso León Fajardo; Tnte. Juan Ignacio Gómez de Arce (Según el investigador Mauricio Alvarado
Dávila, los Gómez de Arce son oriundos de Cuenca. Su tronco es el matrimonio
del santanderino (español) Juan Francisco Gómez de Villafufre, fallecido en
Guaranda, con la dama cuencana Teresa González y Villamil. El apellido Gómez de
Arce, es heredado de su madre, que se
llamó María Antonia Ventura Gómez de Arce y Rueda, casada con Jerónimo Gómez de
Villafufre y Toranzo, españoles); Subtnte. Jerónimo de Andrade y Calderón (Nació en Cuenca y fue
bautizado en la parroquia de San Juan Bautista en Girón el 16 de agosto de
1780. Hijo de Eugenio Andrade de Rada y Maldonado de San Juan y de Ignacia
Calderón de la Barca y de la Piedra. Se casó en Cuenca en 1808 con su pariente
María Isabel Ochoa de Berna y Andrade Rada);
Cap. José Vicente Ruilova (Bautizado en Cuenca el 10 de
marzo de 1770 y muerto allí mismo el 12 de agosto de 1816. Hijo de los
ciudadanos cuencanos maestre de Campo Mariano José Ruilova Quirós y María
Cuesta y Crespo. Se casó el 14 de julio de 1801 con su pariente Ana Jacoba
Patiño y Crespo, hija del gallego Bernardo Antonio Patiño Montenegro y de la
dama cuencana Felipa Crespo y Neyra. Fue enjuiciado penalmente por traición y
el proceso consta en el Archivo de la Asamblea Nacional);
Juan García y Velarde; José Riqueti y Bay; N. Rodríguez; Agustín Galup (ver su
biografía más adelante); Sargentos: Zenón de San Martín y Landívar (de las
familias más antiguas de Cuenca); Nicolás de Ugalde y Urbasos; Ramón Heredia;
Miguel Vélez; Miguel Augusto Morales y Ortega; Manuel Espinoza Campoverde (Hijo de Pedro Joaquín Espinosa, casado en El Sagrario de Cuenca el 15
de marzo de 1777 con María Josefa Campoverde); Ignacio
Domínguez (y Sánchez, nacido en Cuenca por 1770, hijo de los señores Gonzalo María
Benito Domínguez y Estévez del Toral, y Josefa Sánchez, ambos oriundos de la
misma ciudad); Cap. Antonio García de Trelles (Nacido en
1771 en Oviedo, España. Se casó en Cuenca con Rosa Josefa Carolina de
Veintimilla y Neyra, hija del maestre de Campo Manuel de Veintimilla y Espinosa
Alvear y de María Micaela Cipriana de Neyra y Vélez de Guevara. Son el tronco
de la más conocida familia García de Cuenca, de las familias Jáuregui de
Ambato, Tamariz y Malo de Cuenca entre otras renombradas);
Tnte. Vicente Gascón y Peñarroja. Militares que guarnecieron Cuenca en 1812,
todos con título de “DON”: José Ruilova (arriba nombrado); Esteban Sevillano;
Antonio Padilla; Pedro Liñeiro; Domingo Sevillano; José de la Vega; Ignacio
Merchán; Paulino Ordóñez; Ramón Vélez (quien luchó contra Bolívar en Boyacá);
Manuel Tirado; Manuel Molina; José Tomás Landívar (José Tomás Estanislao de Landívar y San Andrés, bautizado en Cuenca el
11 de mayo de 1770. Hijo de Gregorio de Landívar y Centeno y de Cecilia de San
Andrés. Fue alcalde de Barrio en Cuenca hacia 1812. Casó con doña Manuela de
Quevedo y Gómez de Arce); Antonio Larrea (Antonio Ignacio José Larrea Álvarez, bautizado en Riobamba el 17 de
febrero de 1783. Huérfano de padre en la cuna, sobrevivió a los 14 años al
terremoto de 1797 y, asustado, se radicó en Cuenca, en donde casó por 1803 con
Ignacia Arteaga Crespo (hija del capitán de Granaderos Eugenio Arteaga y López
de Aguilar, nacido en Alausí por 1760, y de Felipa Crespo y Neyra); Juan
Arteaga (Juan Bautista Arteaga y Herrera
Campusano (medio hermano de la esposa del anterior), nacido en Cuenca en 1771,
y que testó en Cuenca el 22 de febrero de 1825. Hijo de Eugenio de Arteaga y
López de Aguilar, natural de Alausí, regidor y alguacil mayor de Cuenca durante
muchos años y teniente coronel de Milicias en 1811, y de su primera esposa la
guayaquileña Antonia Herrera Campusano. Se casó con Ignacia de la Jara de
Velasco y Maldonado de San Juan, con sucesión).
[7] Archivo Nacional (AN),
milicias, 1812. Constan en las listas entre otros: D. Agustín Galup; D. Juan
Fromista; D. Isidro Alvarado; D. José Ureta; D. Mariano Cucalón; D. Jerónimo
Ricaurte; D. José María Pérez. Cadetes: D. Marcos Hernández; D. Pedro
Nordenflith; D. Bruno Camacho; D. Pedro Tola; D. Antonio Campe; D. José Antonio
Rubio, D. Antonio Divisia.
[8] AN, caja 5, exp. 19. Constan
Capitanes: D. Miguel de la Piedra; D. Juan Dávila; D. Juan Benites (o Benítez).
Tntes: D. Vicente Gascón; D. Manuel Andrade; D. Antonio Carrasco; D. Manuel
Rivera; Alférez: D. Luis Andrade; D. José Orellana; D. Tadeo Paredes. Ayudante
D. Francisco Campos; Alférez: D. Rafael Ramos; D. Vicente Mariño.
[10] Ibid. Caja 6, expediente 7,
13.Ago.1813. Este individuo, aparece en la Revista de Comisario del mes de
marzo de 1821 en el ejército realista en la ciudad de Quito. Consta que llevó
un cargamento grande de pólvora a Popayán el 11 de septiembre de 1813. Sus
comandantes fueron Crnel. D. Manuel Tello; Cmdte. D. Sebastián Puga; D. Miguel
de la Piedra. El expediente avanza hasta junio de 1816. Mediante informe del señor Mauricio Alvarado Dávila,
cursado en correo de 13.10.2012, sabemos que Infante fue natural
de Babahoyo, nacido por 1788.
Se casó dos veces: la primera con Tomasa Llanos y la segunda, en Babahoyo el 3
de octubre de 1809, con María Dolores Verdesoto Llanos.
[12]Archivo
Nacional, (AN) Milicias, 1813.
[13] Archivo Biblioteca Función
Legislativa, RAQ, 9-550, 1813.05.30. Hemos podido seguir la trayectoria de
muchos de los integrantes de esta lista, a través del tiempo, corroborándose
siempre la calidad de militantes realistas
[14] AN, Criminales, caja 221,
exp. 12, 1813.06.01. Se indica que es de la Provincia de Chincha, soldado de
infantería de Lima y fue arrestado en la ciudad de Ibarra y continuó en la
expedición contra Popayán en calidad de arrestado. El proceso se sustanció en
Pasto. El asesinato tuvo como objetivo el robo del caballo de De la Bastida.
Pérez fue identificado como sambo por el agonizante. Damián de Alba era capitán
y Ayudante del Batallón de Milicias Disciplinadas de Españoles de Lima. José de
Ureta aparece como Juez Fiscal de la causa y el antes mencionado José de la
Vega, como Secretario. Testificaron el Sgto. Julián Casaos y el Cap. Pedro
Noriega. El proceso continuó en Quito, actuando Pascual Andux, por orden de
Montes. En las declaraciones aparece que Pérez vino a Quito en la primera
expedición bajo órdenes de Arredondo en 1809.
[15] AN, Milicias, año 1813.
Contiene el nombre de todos los conocidos comandantes pastusos y sus soldados,
que pelearon en la Guerra de Independencia. Son 7 compañías.
[16] AN, Milicias, caja 6, exp.
5, 1813.06.18. Son las listas completas junto a los oficiales que constan en el
número 11.
[17] AN, Milicias, caja 6, exp.
10, 1814.04.29. Arévalo explica que está incapacitado y que han tenido que
vender todo lo que tenían, inclusive la ropa de su mujer “que se halla desnuda”
y que no tienen con qué subsistir, pues el vecindario profesa aversión a los
soldados del Rey (no podía ser para menos luego del 2 de agosto); su lesión
provenía de una cornada de toro recibida en una corrida realizada por las
autoridades españolas, lo que nos hace ver que no recibía pensión ni sueldo
pues su dolencia no era producto de la guerra. Desafortunado.
[19] AN, Milicias, caja 6 exp.
11, 1814.05.23. Aparece como Cmdte. de
los Cazadores de Guayaquil, D. Sebastián Arteta; Cmdte. de los Dragones
de Guayaquil, D. Rafael Ramos.
[22] Quien según relación del Cabildo de
Pasto constante en oficio de 8 de enero de 1813, publicado en nuestro trabajo
“Las Guerras Libertarias de Quito”, hizo una expedición a los Países enemigos –léase
Tulcán, San Gabriel y el Ángel- donde luego de matar a varias decenas de
personas, cercenó la oreja de los prisioneros. Este hecho a nuestro entender,
ocurrió entre el 28 y el 30 de enero de 1812.
[23] Debe ser hijo o hermano suyo
el subteniente don José Antonio Vidaurrázaga, que aparece en el listado general
de la Revista de Comisario del Ejército Real, en la ciudad de Pasto el 10 de
enero de 1815.
[24] Vidaurrázaga, fue derrotado
por el Crnel. Carlos Montúfar y Larrea, en la batalla del Palo, al norte de
Popayán el 5 de julio de 1815, donde destruyó a una de las divisiones de
infantería del Ejército Real, causándole la muerte de 250 soldados, la prisión
de 358, entre ellos 8 oficiales, 600 fusiles, 4 cañones, 100 tiendas de campaña
y 28.000 cartuchos.
[26] Se trata indudablemente de los
soldados sobrevivientes de las tropas del Gral. Nariño, derrotados en Pasto en
mayo de ese año.
[27] Arosemena, Guillermo, “Desde
mi Trinchera”, Guayaquil 28 de julio de 2011: “Guayaquil
sí tuvo sus milicias como demuestra el documento reproducido a continuación,
que forma parte de una lista de más de 50 páginas con nombres de oficiales del
ejército de Guayaquil, mostrando la carrera militar a través de cargos y
fechas. El título de la lista es Segundo Escuadrón de Milicias Disciplinadas de
Guayaquil. El documento se refiere al Comandante José Matías (SIC, equivocación en la interpretación paleográfica) iniciado en la carrera militar en 1808, gradualmente
promovido hasta convertirse en ayudante militar del Virrey en 1819, un año
antes de la Independencia de Guayaquil y al Capitán Darquea. Una parte de estas
milicias debieron pasar a órdenes del Gobierno de Guayaquil, después de su
Independencia y seguramente sirvieron para crear la División Protectora de
Quito bajo el mando de Febres Cordero y Urdaneta, quienes fueron los primeros
en iniciar la lucha por la libertad de Ecuador, mucho antes de la llegada de
Sucre y su ejército”.
[28] AN, Milicias, caja 6 exp.
21, 1814.12.19. Nosotros demostramos documentalmente que la mayor parte de
militares realistas, guayaquileños, limeños y cuencanos, peleó en Pichincha,
pero a órdenes del Mariscal Aymerich, y el capitán Masías, no se halla en las
excepciones que sí las hubo, pues, algunos oficiales y tropa en agosto de 1819,
luego de la derrota de Boyacá ante Bolívar, escaparon (o se replegaron) por la
vía del sur: Popayán-Pasto-Quito y se refugiaron en sus localidades de origen,
a través de mecanismos tales como deserción, permisos, licencias, retiro, tal
es el caso del capitán Juan Francisco Morán y los capitanes Tomás y Francisco
Espantoso. Otros en cambio, por fidelidad a su causa, disciplina militar,
sueldos o premios económicos, continuaron en el ejército del Rey, acantonado en
Pasto y Quito y lucharon en Bomboná y Pichincha contra los Ejércitos
Libertadores de Bolívar y Sucre, como demostramos al final de este trabajo.
[29] Este señor suscribió el
encomio de 29 de mayo de 1814, firmado por los grandes comerciantes de
Guayaquil, a la victoria de los soldados y habitantes de Pasto contra el
libertador Gral. Antonio Nariño, tal como consta en la reproducción realizada
en el libro: “Las Guerras Libertarias de Quito”. Los inculpados fueron
procesados muy pronto, por el peso político del comerciante y sentenciados a 8
años de prisión.
[30]
AN, Criminales, 1815. Juicio contra Vicente Requejo y otros. Aparecen los
siguientes militares realistas en Quito: Don Juan García Velarde, Juan Rosi, Teniente
de Milicias de Infantería de Panamá, defensor de oficio; Crnel. Juan Manuel de
Fromista, Regimiento de Infantería Real de Lima, Mayor General de este
Ejército. Miembros del Consejo de Guerra: D. Francisco Guerrero; D. Ángel
Palacios; D. Antonio Arteaga (con reseña
biográfica); D. Santiago Serrano; D. Mariano Jurado; D. Ignacio Valladares;
D. Antonio Rodríguez de Landeras; Tnte. D. Manuel González; D. José Cornejo y
Avilés (con reseña biográfica),
defensor de oficio. Miguel Valenza, ayudante del Juzgado militar. Los
siguientes militares aparecen como Testigos: Cap. Santiago Serrano (salió del
Consejo de Guerra que juzgaba a los infractores por impedimento dirimente, pues
actuó como testigo). Sgto, 2do. Marcelino Ollarún (firma como Marcelino Oyarum)
de la Cía. de Fusileros de Baba, agregada a la de Granaderos de Guayaquil,
afirma que está un año y 8 meses en ella.; Cabo 2do. Manuel Molina, de
Granaderos de Guayaquil quien dice que no les leyeron las leyes penales. Se
informa que Vicente Requejo, Granadero de las Milicias de Guayaquil, había
estado en el cuartel del Panecillo unos 8 meses, desertó y regresó a los 6
meses. Ha estado preso, enfermo, castigado, etc.; Ramón Gómez Castillo, Cabo de
Dragones de la Cía. de Granaderos de Guayaquil. Ignacio Reyes, Granadero de las
Milicias de Guayaquil. El Cap. Graduado D. Ventura LLaguno, reemplazó a don
Santiago Serrano en el Consejo de Guerra. También se hallan el Cap. Pereda de
Sarabia, como auditor de guerra y Martín Santiago de Icaza, Secretario de la
Presidencia, el 12 de junio de 1815, así como el Cap. Agustín Galup, Asistente
del Presidente Montes.
[31]
Ver sección del Documento No. 10, sobre el Ejército Real Reconquistador de
Quito en el cual consta Cornejo.
[32]
AN, Milicias, caja 6, exp. 22, 1815.01.10. Son 1549
hombres entre oficiales y soldados, divididos por su compañía o división,
algunas tropas se hallan en Popayán y otros puntos del Norte de la Presidencia
de Quito. También constan los soldados que se hallan prisioneros del ejército
Patriota, así como extraviados y desertores. Tenemos las siguientes
estadísticas:
Batallones de la ciudad de CUENCA y sus provincias: 589 39%
Batallones de la ciudad de PASTO y sus municipios: 414 27%
Batallones de la ciudad de GUAYAQUIL y sus provincias: 255
17.2%
Batallones de la ciudad de LIMA y sus provincias: 247 16.8%
[44]AN,
Milicias, caja 7, exp. 29. 1820.07.14.
[46] Archivo Nariño, Bogotá, 1989, “Los
Ejércitos del Rey”, Biblioteca
de la Presidencia de la República, Administración del Dr. Virgilio Barco, pág.
181.
[50] AN, serie criminales, caja
220, 2 de enero de 1813, 75 folios. Dos casusas iniciadas contra vecinos de
Otavalo por orden del Presidente Montes, entre ellos, diez indígenas por haber
dado muerte a soldados del Rey y haberse apoderado de los pertrechos y recursos
destinados a las tropas acantonadas en San Antonio. El segundo expediente es
contra Mariano Guerra y el afroimbabureño Agustín Pastrana, por ser motores,
seductores y convocadores del pueblo para dicho ataque.
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